La ministra de Industria, Débora Giorgi, le reclamó al Congreso de la Nación no haber tratado durante el año el proyecto de modificación de la ley de Promoción del Software (25.922) que fue enviado a principio de año por el Poder Ejecutivo y que perderá estado parlamentario el próximo 30 de noviembre.

En el sector el 55% de las empresas exportan y las ventas al exterior se multiplicaron por 4,3 entre 2002 y 2010, llegando este año a los 730 millones de dólares.

“Cuando hablamos de palos en la rueda nos referimos a esto, a una oposición que ni siquiera puede distinguir una iniciativa que beneficia a la industria, a la innovación tecnológica de un sector que produce con altísimo valor agregado y que genera competitividad en todo el entramado productivo”, afirmó Giorgi y adelantó que la presidenta de la Nación volverá a enviar el proyecto de ley al Congreso para su tratamiento en el próximo periodo de sesiones.

La ley busca generar una competitividad para la inserción internacional de un sector mayoritariamente compuesto por pymes. El sector explica el 3.3 % del producto industrial y el 75% de su facturación es valor agregado, que implica recursos humanos de altísima calificación.

La modificación de la ley 25.922 también propone extensión por cinco años de la vigencia del Régimen de Promoción de la Industria del Software hasta el 31 de diciembre de 2019 –actualmente vence en 2014-.

La titular de la cartera industrial señaló además que se está trabajando en proyecto de ley para un nuevo régimen de exportación de servicios “con el objetivo de promocionar, mediante la reducción de impuestos nacionales, la exportación de servicios profesionales y técnicos, los cuales también constituyen una fuente de puestos de trabajo de alto valor agregado”.

Entre 2002 y 2010, se crearon unas 400 empresas de software y servicios informáticos (SSI) y el empleo aumentó un 210%: de 21.000 a 65.000 puestos de trabajo. La facturación total creció a un promedio anual del 20% (10.000 millones de pesos estimados para este año).

Giorgi destacó que “esta industria tiene un gran potencial: Argentina ha desarrollado en los últimos años un importante mercado interno y sabe competir con calidad en el mercado internacional. Por eso es necesario seguir impulsando políticas públicas que permitan el desarrollo de empresas nacionales pymes de software y herramientas de financiamiento”.

La empresa Globant -emprendimiento de cuatro estudiantes en la cuidad de La Plata- tiene actualmente 1.000 empleados, con oficinas en América y Europa yestá considerada en el top ten de las desarrolladoras de software. También, en los últimos años empresas internacionales como TATA, IBM, SAT instalaron sus centros de escala y clase mundial en Argentina y desde aquí atienden al mundo.

Actualmente, la ley otorga un bono fiscal por el 70% de las contribuciones patronales. La modificación permite que los exportadores de software puedan cancelar el Impuesto a las Ganancias con bono no utilizado. Con respecto a la desgravación del 60 % en el monto del impuesto contemplado actualmente en la ley, se incluirá también a las ganancias provenientes de fuente extranjera.

La ministra participó hoy de la 6ta Edición de los “Premios Sadosky a la inteligencia argentina”, otorgados por la Cámara de Software y Servicios Informáticos de la República Argentina (CESSI). Allí firmó un Convenio de Cooperación para la elaboración del Programa Nacional de Desarrollo de la Industria del Software, PRONASOFT, en el marco del cual se profundizarán los esfuerzos en materia de capacitación (pública y privada) de recursos humanos, se favorecerá la incorporación del software a todos los sectores económicos como vehículo de aumento de competitividad y se diseñará un plan de acción que posibilite el acceso de las empresas del sector a nuevas fuentes de financiamiento.

La industria del software contribuye al 3,3% del producto industrial y es una actividad estratégica para el desarrollo nacional, ya que permite agregar valor a la producción y aumentar la competitividad de la producción en otros sectores como automotriz-autopartista, maquinaria agrícola, biotecnología, servicios, energías renovables, industrias alimenticias, electrónica, entre otros.

El sector genera por cada puesto de trabajo una facturación anual de 40 mil dólares, de los cuales el 75% es valor agregado. Está conformado por 1.600 empresas (62,5% son pymes) de las cuales el 55% exporta y emplea en todo el país alrededor de 65.000 personas, el 70% profesionales o técnicos de alto nivel de calificación.