Sociedad

Hospitales podrán tratar manchas congénitas

Cinco equipos de última tecnología de láser pulsátiles se instalarán en los hospitales públicos de las provincias de Buenos Aires, Tucumán, Mendoza, Chaco y Ciudad de Buenos Aires para tratar la patología conocida como mancha de vino oporto.

El Hospital Niño Jesús uno de los centros de salud que contará con los equipos para tratar la enfermedad congénita.

El ministro de Salud de la Nación, Juan Manzur acompañado por el secretario de Determinantes de la Salud y Relaciones Sanitarias, Eduardo Bustos Villar, y por la presidenta de la Asociación Argentina para el Tratamiento de la Mancha de Vino Oporto (MADEVI), Marcela Villegas comunicaron la decisión de invertir 3 millones de pesos para incorporar cinco equipos de última tecnología de  láser pulsátiles que se instalarán en los hospitales públicos de las provincias de Buenos Aires, Tucumán, Mendoza, Chaco y Ciudad de Buenos Aires para tratar la patología conocida como mancha de vino oporto.Los pacientes argentinos que sufrían estas lesiones, tenían que viajar a Chile o Brasil para recibir este tratamiento con un costo de aproximadamente 1.500 dólares por cada sesión, siendo prácticamente inaccesible para la gran mayoría de las personas afectadas.A partir de la  incorporación de los primeros equipos de láser pulsátil para niños y adultos con manchas congénitas en la cara permitirá brindar tratamientos gratuitos en hospitales públicos del país. Cada año, entre  un 3% y un 5% de los niños nacen con malformaciones vasculares congénitas y hemangiomas, que con el correr de los años pueden dar lugar a estigmatizaciones sociales entre los niños que la padecen. Esto significa que, de los 700.000 bebés que ven la luz en promedio por año en nuestro país,  30.000 nacen con manchas de diversa magnitud, algunas de las cuales pueden cubrir la mitad del rostro. El tratamiento requerirá  anestesia general, pero  en alrededor de 20 sesiones espaciadas cada dos meses, constituyen la única manera de eliminar este tipo de manchas  las manchas de la piel. Dentro de las malformaciones vasculares, las de tipo capilar afectan de 3 a 5 bebés cada 1.000. Estas “manchas de vino oporto” crecen en forma paralela con el tamaño corporal. Con el correr  de los años, la piel suele engrosarse y desarrollar nódulos, además de atrofiar tejidos.La nueva aparatología médica de avanzada que se adquirió permite sellar los vasos sanguíneos removiendo las manchas en la piel. Se utiliza en dermatología para el tratamiento de las llamadas “manchas de vino oporto” o MVO (angioma plano) y hemangiomas infantiles. A partir de esta adquisición, el Hospital Nacional “Prof. Alejando Posadas” de la provincia de Buenos Aires; el Hospital del Niño Jesús de Tucumán; el Hospital “Dr. Humberto Notti” de Mendoza; el Hospital Perrando Castelan de Chaco; y el Hospital “Dr. Juan P. Garrahan” de la Ciudad de Buenos Aires, estarán en condiciones de prestar estos servicios en forma gratuita.Josefa Rodríguez, directora ejecutiva del Hospital Garrahan, al  referirse a la incorporación de los equipos láser,, comentó que “significa darles una respuesta positiva a pacientes que llegaban a nuestro hospital y no teníamos como tratarlos, en definitiva, significa poder seguir en la senda de la equidad en el ámbito público, que los pacientes de todo el país, tengan o no tengan posibilidades económicas, puedan tener el mejor tratamiento y en este caso significa que el país pude tratarlos”.Marcela Villegas, madre de una niña que padece esta patología y presidenta de MADEVI, agradeció a todos los padres “que creyeron que esto era posible desde la salud pública” y, visiblemente emocionada, contó que “hay muchas historias detrás de todo esto: padres que vendieron sus casas o autos para darle a sus hijos la calidad de vida que se merecen”.“La cara es nuestra carta de presentación y no es fácil vivir con la mitad del rostro de otro color, no sólo para nuestros hijos sino para todo el grupo familiar, porque cuando uno sufre, sufren todos”, expresó Villegas, y explicó que “en 2008 nos habían rechazado el expediente, pero luego tuvimos la bendición de que asumiera el ministro Manzur, que nos llamó y se puso a nuestra disposición. Tengo que decir que golpeamos muchísimas puertas y que ninguna se abría. Pero se abrió una, la más importante, y gracias a eso nosotros vamos a poder tener el tratamiento”.