La primera ministra negra de la historia de Italia, Cecile Kyenge, de origen congoleño, es objeto desde hace varios días de insultos racistas por parte de militantes de extrema derecha, que se oponen a su propuesta de otorgar la nacionalidad a los menores extranjeros nacidos en territorio italiano.

«Kyenge, váyase para Congo», expresaba una pancarta desplegada frente a la sede de Macerata (centro) del Partido Democrático (PD, izquierda), en el que la ministra para la Integración milita desde hace años.

«No podemos regalar la ciudadanía italiana a gente extraña a nuestra cultura. Tampoco creemos en un modelo de sociedad multiracial como la de los barrios periféricos de París», sostiene en un comunicado el grupo de extrema derecha, Forza Nuova.

Kyenge, de 49 años, médica de profesión, llegó en 1983 a Italia y desde entonces batalla para que se conceda la ciudadanía por el lugar de nacimiento (ius soli), independientemente de la nacionalidad de los padres.

Al respecto la mujer sostuvo: «Con esos insultos no lograrán detenerme», y explicó a la prensa que quiere abrir un debate sobre el derecho a la ciudadanía y acordar con todas las fuerzas políticas una nueva legislación sobre el tema.

Según el PD, es necesario dar una respuesta jurídica a cerca de un millón de menores de padres extranjeros que viven en el limbo burocrático porque esperan obtener la ciudadanía italiana, ya que han nacido y crecido en la península.

Una propuesta de ley, firmada por uno de los voceros del movimiento católico San Egidio, establece una serie de condiciones para que los menores puedan obtener la ciudadanía, entre ellas que los padres hayan residido legalmente y establemente cinco años en el país.

Millones de italianos emigraron en el siglo XX, en particular a América Latina, para salir de la pobreza, y ahora parte de la sociedad se niega a conceder la ciudadanía a los inmigrantes que llegan en busca de trabajo.

Kyenge, a la que apodan también la «mona congoleña», rechazó tajantemente que la llamen «la ministra de color». «Soy negra y lo digo con orgullo», declaró.