Estos datos implican una suba de 11,2 puntos porcentuales respecto al cierre del año pasado y de 12,8 puntos en comparación con un año atrás, cuando había sido de 40,1 por ciento.
En cuanto a la indigencia se registra un incremento. El 18,1% de la población de todo el país no pudo tener cubiertas las necesidades alimentarias básicas, lo que representaría 8,5 millones de personas. También implicaría una suba marcada respecto a los últimos índices.
A finales del año pasado había trepado al 11,9%, y entre enero y junio del 2023 se ubicaba en 9,3%.
En el Gobierno sostienen que los números del año pasado eran con tarifas atrasadas y precios congelados. “La economía estaba pisada, ahora está liberada y estamos conociendo los precios reales”, indicaron desde el Palacio de Hacienda. En este sentido, el ministro de Economía Luis Caputo compartió un gráfico que muestra la “diferencia cuando el ajuste lo hace el mercado versus un programa económico serio”.
Esto implica que, sobre una población de 46 millones de personas, 24,3 millones son pobres, y entre ellas, 8,3 millones no tienen el dinero mínimo para comprar la comida que les garantice la subsistencia.
Entre finales del 2023, y junio de este año la inflación alcanzó al 79,8%, y si bien el Índice de salarios aumentó 84,3% en el primer semestre del año, no todos los empleados tuvieron el mismo aumento.
Solo los trabajadores registrados del sector privado tuvieron un aumento por encima de la inflación, al registrar un alza del 93,6%, mientras que los ingresos de los empleados públicos aumentaron 73,3% y lo de los trabajadores “en negro” el 69,8%, informó el Indec.
Según la Encuesta Permanente de Hogares el ingreso familiar promedio es de $407.171, mientras que la Canasta Básica hogareña se ubica en los $709.318.
Antes del mediodía, y que el Indec diera a conocer la cifra, el vocero presidencial Manuel Adorni, salió al cruce del aumento en el índice de Pobreza al afirmar que “si no se evitaba la hiperinflación la pobreza se hubiese llevado de cerca de 40% a cerca del 95%”.
“Nos dejaron implantadas un montón de bombas que iban a afectar la actividad y también a los salarios reales y a la inflación”, dijo Adorni durante la conferencia de prensa que realiza en la Casa de Gobierno.
El vocero presidencial remarcó que el Gobierno nacional “heredó la peor herencia que recibió un gobierno en democracia”, y aseguró que “la mejor manera de luchar contra la pobreza es luchar contra la inflación”, por eso la actual gestión “llevó adelante un plan para pulverizar” el aumento de precios mediante el cual “logró bajar del 25,5% de diciembre, al 4% actual”.