Febrero fue el mes de las lluvias y los vientos para el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) y al parecer ambas produjeron un escenario más que beneficioso para que los mosquitos proliferen y se multipliquen a un ritmo verdaderamente alarmante.
Si bien a nadie le gusta tener un ejercito de mosquitos zumbando en sus orejas o picando a todo momento, esto tiene dos noticias afortunadas que los especialistas resaltaron con mucho entusiasmo. La primera de ellas es que «Dentro de unos días desaparecerán porque no tendrán donde dejar sus huevos» , afirmó el biólogo Nicolás Schweigmann investigador del Conicet y profesor de la facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA.
Bajo este primer punto, es importante remarcar las mismas recomendaciones que en los medios nos cansamos de repetir; Vaciar todo contenedor que pueda llegar a acumular agua estancada, tales como cubiertas, latas, botellas o plásticos.
La segunda de las buenas noticias, es que el Aedes Aegypti, transmisor de dengue, zika o fiebre chikungunya no experimentó esta expansión demográfica que si hicieron sus primos más inofensivos, por lo que no se espera un aumento en los casos de dichas enfermedades.
El investigador del Conicet también destacó que “el registro de grandes crecimientos en la población del mosquito como el que apareció en el AMBA, el Aedes Albifasciatus es un fenómeno habitual de esta región vinculado a las condiciones meteorológicas».
“La hembra del Aedes Albifasciatus pone huevos en el barro, en el pasto o en el borde de los charcos, y mientras no llueve sigue poniendo huevos en el mismo lugar; entonces cuando después de una sequía viene una lluvia todos esos huevos eclosionan juntos y provocan un súbito e importante aumento de la población de mosquitos”, indicó.
El biólogo apuntó que “el Aedes Albifasciatus es un mosquito de zonas rurales, es el más austral del planeta porque se lo registra incluso en la patagonia y no tiene problemas con el frío porque sus huevos resisten hasta diez grados bajo cero. Esta adaptado para picar animales silvestres por lo que cuando pica a las personas es doloroso ya que también es común que nos piquen varios a la vez”.
“Este mosquito no tiene como proliferar en las zonas urbanas porque el avance del asfalto y el concreto le quitó los charcos y el barro que necesita para depositar los huevos», dijo el especialista
El especialista agregó que es probable que todos estos mosquitos que se vieron este jueves hayan sido arrastrados por el viento desde zonas periurbanas como los humedales de Ezeiza y por eso no tienen futuro en la ciudad, de acá a unos días vamos a ver como va a empezar a desaparecer esta población porque no tienen donde dejar sus huevos”,
El investigador subrayó que “para cuidarnos deberíamos hacerlo durante todo el año con acciones diferenciales de prevención de acuerdo a cada época del año; y comentó que “los estudios señalan que año tras año el Aedes Aegypti va aumentando su presencia territorial en Buenos Aires porque las campañas de prevención no logran la efectividad necesaria”.
