«A 34 años de la Noche de los Lápices mi primer mensaje para estos jóvenes es que estudien, porque la sabiduría nos hace libre y no permite que nos engañen», sostuvo Carlotto.Pidió además que «participen y no sean indiferentes al paso de la historia porque ellos son la historia y que todo lo que realicen lo hagan en forma respetuosa y con solidaridad».La titular de Abuelas de Plaza de Mayo formuló los conceptos al encabezar un acto que se realizó en la Plaza San Martín, en La Plata para recordar el secuestro y desaparición de seis estudiantes secundarios ocurrida durante la última dictadura, hecho conocido como la Noche de los Lápices.Recordó que en aquella época fueron secuestrados por reclamar el boleto estudiantil y aseguró que los reclamos de los estudiantes de hoy «son parecidos porque son reivindicaciones a los derechos humanos».»Que pidan que no se caigan los techos, que no haya humedad, que la paredes no tengan electricidad o tener calefacción y acceso a la educación pública, es algo similar a lo del boleto escolar. Son reivindicaciones de los derechos humanos», graficó.Sostuvo que en las protestas estudiantiles que se realizan en la ciudad de Buenos Aires «el lenguaje de los jóvenes es parecido al de los chicos desaparecidos, lo que significa que la semilla sembró y está».Carlotto sostuvo que por eso, «hoy hay que recordar a estos chicos desaparecidos como lo que realmente fueron, jóvenes con ganas de hacer y con un compromiso de hasta dar la vida».Dijo además que en nuestro país «todavía hay muchos que pretenden borrar la memoria», pero destacó que «esa gente se olvida con qué pueblo está hablando, un pueblo que no olvida, felizmente».»Hoy (por la conmemoración de la Noche de los Lápices) ha habido manifestaciones en todo el país y en La Plata, donde sucedieron lo hechos y esto marca un hito porque es bueno poder conservar la memoria y decirle a los más chicos que tienen que sentirlo para que incorporen lo que fue la lucha», detalló.Agradeció además el apoyo de los estudiantes a la postulación de Abuelas de Plaza de mayo para el Premio Nobel de la Paz, aunque aclaró que «lo siento como una expresión de cariño, afecto y simpatía».»Los jóvenes necesitan un referente, creer en la gente y quizás las abuelas para ellos somos eso, abuelas que con mucho amor estamos buscando dos generaciones: a nuestros hijos y nietos», explicó.Del acto realizado en La Plata, participó también Emilce Moler, una de las sobrevivientes de la Noche de los Lápices, quien detalló que «en estos últimos 34 años han pasado cosas dolorosas y otras esperanzadoras».»Hoy, aunque con retrasos, los juicios a los represores son una realidad y para los que vivimos esa etapa eso es fundamental porque memoria y justicia es lo único que nos permite avanzar como país», concluyó.