Política

Sobre la instalación en consorcios de grupos electrógenos

Michetti duda sobre el proyecto de Macri

La senadora del PRO aseguró que el proyecto de ley de su jefe político no debería ser una imposición para todos los consorcios. Además, habló de un encuentro privado que mantuvo con Cristina Kirchner y de una posible interna con Rodríguez Larreta.

Michetti sostiene que no se puede obligar a comprar el generador.

«No le podés imponer a alguien que compre un generador. No sé si tiene que ser obligatorio, esa es mi duda», declaró Gabriela Michetti, sobre todo cuando ello implica la instalación de un tanque de combustible en el edificio.

 

De ese modo se refirió al proyecto que presentó ayer su jefe político, Mauricio Macri, para que los edificios con al menos seis pisos compren equipos de generación propia de energía. 

 

Este jueves, desde el Banco Ciudad aclararon que habrá créditos flexibles para la compra de los equipos, luego de que desde el sindicato de los encargados de edificios y desde la liga de consorcistas pusieran reparos ante el plan impulsado por el PRO. 

 

«Tiene bastante que ver con las posibilidades de las personas mayores o discapacitadas que no tengas ascensor. La obligatoriedad tiene que ver con ese tema, alguien con asistencia médica sin generador es una catástrofe», explicó Michetti. 

 

Más allá de sus diferencias con el planteo de Macri, la senadora que asumió el pasado 10 de diciembre aclaró que la iniciativa pretende paliar un problema grave originado en la crisis energética. Al mismo tiempo aseguró que sería «muy bueno» que los edificios públicos inicien un plan de uso racional de la energía. 

 

Por otra parte, la senadora dio detalles de un encuentro que mantuvo con la jefa de Estado en 2009, luego de que Néstor Kirchner perdiera las elecciones en la provincia de Buenos Aires y el Gobierno impulsara una ronda de diálogo con opositores.

 

«Estuve una hora y media conversando a solas. Nadie sabía que yo iba a ir. Me animé a decirles algunas cosas que haría yo si fuera Presidenta. Sentí una persona que estaba convencida de que tenía que estar ahí pero casi por una cosa del deber. Noté una cosa de que yo tengo que ser la voz de los que no tienen voz», recordó.