Economía

El ministro de Economía inicia hoy las negociaciones por la deuda con el Club de París

El ministro de Economía, Amado Boudou, iniciará hoy en la capital francesa las negociaciones para normalizar la situación de la deuda con el Club de París, de alrededor de 6.050 millones de dólares, y cerrar de esta forma el capítulo de la cesación de pagos.

Boudou, quien se encontrará acompañado en París por el secretario de Finanzas, Hernán Lorenzino, se entrevistará el lunes con el director del Club, Ramón Fernández.

Si bien desde el Palacio de Hacienda no se adelantaron detalles de la propuesta que la cúpula del equipo económico argentino traerá a París, el propio Boudou adelantó que está trabajando «en construir la mejor propuesta para Argentina, y que sea aceptable para los acreedores».

«Lo primero que tenemos que establecer es el plan de pagos, que va a ser un plan que permita a la Argentina seguir creciendo y teniendo inclusión social: de ninguna manera va a ser un pago en un año», dijo en su momento el ministro de Economía.

La reunión tendrá lugar en la sede del Club de París, que se encuentra en el edificio del Ministerio de Economía francés, en el moderno barrio de Bercy, sobre el río Sena en el noreste de la «ciudad luz».

Como la sede del Club de París se encuentra en el Ministerio de Economía galo, se especula con que durante su estadía en la capital francesa el ministro Boudou podría reunirse con su homologa francesa Christine Lagarde.

Fuentes del Club de París hicieron trascender por la prensa francesa que estaban dispuestas a que la deuda sea abonada en un plazo no mayor a los 18 meses, con un primer pago que alcance a la mitad del monto adeudado.

No obstante, el Gobierno respondió que será una «negociación realista», sin afectar la economía argentina.

Esta es la última deuda en situación irregular que mantiene Argentina, luego de los dos canjes con los tenedores privados, la del 2005, y la de este año, y el pago de casi 10.000 millones de dólares en efectivo al Fondo Monetario Internacional (FMI), en 2005.

La normalización de esta deuda, le permitiría a varias empresas extranjeras radicadas en el país acceder en mejores condiciones a créditos provenientes de sus casas centrales.

Hace poco más de dos años, en septiembre del 2008, el Gobierno anunció que cancelaría con reservas la deuda con el Club de París. En esos momentos se hablaba de unos 6.700 millones de dólares, pero la iniciativa quedó de lado ante el estallido de la crisis financiera internacional.

Boudou diferenció este avance de las anteriores negociaciones de deuda que fracasaron (cinco entre enero de 1985 y julio de 1992, sin contar el default del 2001) y dijo que la actual negociación «va a ser una solución positiva para la Argentina».

El país «ha ganado mucha credibilidad, ha estructurado su deuda en forma creíble, ha cumplido puntualmente, y por eso Japón, que es el segundo acreedor con el 26,2%, Alemania que tiene el 34,2%, y el Club de Paris aceptaron la propuesta de negociar sin la intervención del FMI», afirmó el ministro tiempo atrás.

La historia entre la Argentina y el Club de París se remonta al nacimiento mismo de la entidad multilateral, en 1956, cuando representantes de ambas partes se reunieron para renegociar una deuda de 500 millones de dólares.

Integrado por diecinueve acreedores públicos, el Club de París es un consorcio que actúa en forma conjunta para renegociar los pasivos de las naciones con dificultades de pago.

Con sede en la capital francesa, este foro multilateral está conformado por: Alemania, Japón, Holanda, Italia, España, Estados Unidos, Australia, Austria, Bélgica, Canadá, Dinamarca, Finlandia, Francia, Irlanda, Noruega, Rusia, Reino Unido, Suiza y Suecia.

Sin embargo, cerca del 90 por ciento de la deuda argentina con el Club de París se encuentra repartida entre seis países: Alemania, Japón, Holanda, Italia, Estados Unidos y España.

El 15 de noviembre pasado, a través de un mensaje por cadena nacional, la presidenta, Cristina Fernández de Kirchner, anunció que el Club de París aceptó la propuesta Argentina de renegociar la deuda en default que el país tiene con la entidad, sin la intervención del FMI.