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Mujica: “Buenos Aires ,después de Montevideo, es la ciudad uruguaya más grande del planeta»

Mujica defendió la necesidad de cultivar un buen relacionamiento con la vecina nación argentina.

«Nadie debería olvidar que la discusión de los canales, tan fundamental para el Uruguay logístico, tiene mucho que luchar con fuertes intereses privados que hay en la República Argentina. Nadie debería asustarse de estas contradicciones que hacen a nuestra historia, son reales, pero tenemos que trabajar, trabajar y trabajar con paciencia, con sutileza», enfatizó el mandatario uruguayo.»Nadie debería olvidarse que el duro conflicto de Fray Bentos casi lo hemos logrado superar por la vía diplomática y no a prepo, y no insultando, sino precisamente aplicando una política de paciencia constructiva, tenaz, en el fondo defendiendo el interés nacional», subrayó. «En cada una de las decisiones que tenemos que tomar en estos días, muchas de las cuales no son originales, porque otros gobiernos de cualquier signo han tomado decisiones parecidas, las tomamos a la luz de la conveniencia inmediata de carácter nacional, porque estas cosas son muy importantes para el devenir del Uruguay y, naturalmente, no aparecen aisladas, se construyen en un todo», afirmó.»De acá no se deriva que estamos en un lecho de rosas o tocando el cielo con las manos. ¡No! Estamos en el camino legítimo de defender, con todos los recursos que tenemos, los intereses de nuestra gente, se de cuenta toda nuestra gente o no. Pero entendemos que esto hace en el fondo al trabajo, a la prosperidad, a los caminos del futuro, que no se pueden obviar, están allí y estarán siempre presentes. Y que en definitiva, además, tienen otro componente, en este caso tan peculiar con la República Argentina y es que allí viven no menos de 400 mil uruguayos». Mujica opinó que «Buenos Aires, después de Montevideo, es la ciudad uruguaya más grande que hay arriba del planeta. Esos uruguayos no se sienten extranjeros, no se sienten discriminados, se sienten parte constitutiva de la misma cosa. Es el único país de la Tierra donde nos pasa eso, y ya solo este hecho milagroso debiera hacernos pensar con profundo realismo, que el río que separa, mal que nos pese, también une, por lo menos nos une en la consideración de los mismos dramas», concluyó.