Sociedad

«El nieto 106 se llama Pablo Gaona Miranda»

Las Abuelas de Plaza de Mayo anunciaron este mediodía en conferencia de prensa la restitución de la identidad a Pablo Javier Gaona Miranda, quien es el nieto número 106 en recuperar su historia. Estela Carlotto fue la encargada de dar la noticia y comentó que "tiene una abuela que siempre lo esperó".

Pablo Javier Gaona Miranda, secuestrado junto con sus padres el 14 de mayo de 1978 cuando tenía solamente un mes de vida.

Estela de Carlotto, titular de Abuelas de Plaza de Mayo, presentó la recuperación del nieto 106 y afirmó que Pablo Javier Gaona Miranda, nació el 13 de abril de 1978 y fue secuestrado el 15 de mayo de ese mismo año, hijo de Ricardo Gaona Paiva -nacido en Paraguay- y de María Rosa Miranda, oriunda de Córdoba.

 

El 29 de junio último, Pablo Javier se acercó a Abuelas con dudas sobre su origen y fue recibido en el área de Presentación Espontánea de la Asociación. Frente a los indicios de que podría tratarse de uno de los nietos, fue derivado de inmediato a la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (Conadi) para que se le realizara el correspondiente examen de ADN.

Los resultados del análisis efectuado en el Banco Nacional de Datos Genéticos (BNDG) acreditaron su verdadera filiación y hoy, después de 34 años, finalmente fue liberado de la mentira.

Sus padres

Ricardo Gaona Paiva nació en Asunción del Paraguay el 20 de septiembre de 1956 y en su familia lo apodaban «Petit». Militó en la Juventud Universitaria Peronista (JUP), estuvo detenido en la Comisaría de Villa Martelli y en la cárcel de Olmos, y a poco de recuperar la libertad se integró al Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP).

María Rosa Miranda también era militante del ERP. Nacida en la provincia de Tucumán el 10 de noviembre de 1949, sus amigos le decían «Mery». En la militancia a ella los compañeros la llamaban «Silvia» y a él «Jorge» o «Paraguayo».

Ricardo consiguió trabajo como portero de un edificio en el centro porteño y allí se mudaron con María Rosa, que pronto quedó embarazada. El 13 de abril de 1978 en el Hospital Rivadavia nació Pablo Javier.

El 14 de mayo de 1978 la familia salió de su domicilio en la ciudad de Buenos Aires y se dirigió a Villa Martelli, a la casa de los padres de Ricardo, en donde se reunieron para celebrar el aniversario de la independencia de Paraguay. Se despidieron y nunca más se supo de ellos.

El caso

El niño fue entregado a un matrimonio que lo anotó como hijo propio. El entregador fue un coronel retirado, primo del apropiador, quien además fue designado como padrino.

Pablo Javier siempre supo que no era hijo biológico, aunque la historia que le contaban era que lo habían traído de la provincia de Misiones.

En 2001 empezó a preguntarse si podría ser hijo de desaparecidos. Recién en 2008 manifestó estas dudas a su apropiadora y le dijo que iba a acercarse a Abuelas. Luego de unos rodeos, la mujer le confirmó su sospecha: era hijo de desaparecidos y lo había entregado su padrino.