Cultura

Papelnonos, programa argentino para exportación

El programa social, educativo y cultural, sin fines de lucro, de origen marplatense y reconocido por las obras de teatro musical interpretadas por adultos mayores en las que los instrumentos de papel son protagonistas, generó una red de más de cinco mil participantes en el país, que ya se "exportó" a otras partes del mundo.

Los adultos mayores brindan espectáculos con instrumentos fabricados por ellos.

Actualmente la red tiene grupos en México, Ecuador y Chile, mientras que en Argentina existen 48 “Papelnonos” diseminados por todas las provincias, 20 de los cuales se crearon en los últimos dos años.

“Para crear las agrupaciones que conforman la red de Papelnonos, referentes de Italia y España vinieron a formarse a Mar del Plata y próximamente recibiremos a un grupo de uruguayos”, señaló Jorge Strada, su mentor.  “El origen de toda esta red se remonta a 23 años atrás, en Mar del Plata, cuando habiendo aprendido una técnica para construir instrumentos de papel decidí dar un taller para adultos mayores al que asistieron doce personas”.

Psicólogo, músico y docente, este hombre de  64 años supo que “la música era un medio y no un fin, pero no imaginé los alcances que tendría el proyecto”, cuyos participantes ya construyeron más de 3.000 instrumentos musicales de papel y más de 800.000 «cornetitas musicales de papel» que los mayores regalaron durante las más de mil presentaciones solidarias que realizaron.

“La idea de hacer un instrumento tenía que ver con que todos los adultos mayores partieran de la misma base, sin necesidad de que hubiera grandes habilidades. Lo central de Papelnonos fue y es la inclusión”, explicó su creador.

Con un despliegue impresionante de vitalidad y alegría y sin caer en el deseo de «querer ser o parecer jóvenes», los «Papelnonos» comenzaron a transitar escenarios marplatenses y rápidamente se hicieron famosos en la ciudad.

Ellos definen su tarea como «teatro musical» porque no son ni un coro ni una orquesta, pero más allá de estas actuaciones «comenzó a generarse una inquietud para ver qué había detrás del viejo, de su cuerpo, de su apariencia. Indagar sobre esta etapa de la vida, diferente a las otras y bastante menospreciada”.

En este sentido, explicó el psicólogo, «para nosotros un viejo tiene todas las edades, entonces lo que queremos es descubrir aquellas cosas latentes y no exploradas con las que todos contamos”.

En Mar del Plata, el grupo tiene 90 personas, además de los que trabajan en la fundación y no suben al escenario. Y las actividades que realizan se estructuran a partir de cuatro ejes, al igual que en el resto de la red: el primero es el teatro musical, a través de la enseñanza de un conjunto de disciplinas artísticas y que es lo más visible del programa; luego hay un subprograma denominado “Humanizarte” que consiste en una serie de cursos y talleres sobre diferentes temáticas y por último, el tercer punto está en el vínculo de la Fundación con la comunidad a partir de la Biblioteca Astor Piazzola, fundada por los Papelnonos en 1992 y atendida por ellos, a donde asisten investigadores de todas partes del mundo para conocer más datos sobre la obra del reconocido músico marplatense.

También trabajan con las nuevas tecnologías, no sólo con las computadoras, sino con la idea de usar nuevos recursos para la transmisión y difusión del programa a través de la producción de videos.

Entre el 7 y el 10 de septiembre se realizará en Villa Carlos Paz, Córdoba, un encuentro de la Red de Papelnonos, en donde se intercambiarán experiencias y aprendizajes de las agrupaciones argentinas y del exterior.

“Todas las personas que trabajamos en el programa lo hacemos en forma gratuita y la gestión del proyecto es horizontal, esto significa que las decisiones las tomamos en asamblea sin que la palabra de uno valga más que la de otro”, remarcó el fundador, quien aclaró que las actividades que se desarrollan tienden a indagar, promover y sobre todo canalizar el deseo de los participantes”.

“No se puede pensar en un modelo de vejez, hay tantas vejeces como viejos y estamos convencidos de que es posible reconstruir o construir un paradigma propio”, concluyó su creador.