En medio de la grave crisis del año 2001 nacieron las cuasimonedas. Entraron en escena cuando ante la falta de recursos del Estado Nacional, éste decidió cancelar las deudas con las Provincias ligadas a la coparticipación federal a través de las LECOP (Letras de cancelación de obligaciones provinciales), un bono emitido por un Fondo Fiduciario constituido por el Gobierno nacional con tasa cero. Las Provincias, luego, al borde de la insolvencia fiscal, emitieron diferentes bonos provinciales para hacer frente en primer lugar a sus obligaciones salariales. Luego el sistema se generalizó y así como se pagaban impuestos, tasas y contribuciones, se realizaban todo tipo de transacciones corrientes. Las cuasimonedas llegaron a representar la mitad de la circulación monetaria, representada por 15 bonos provinciales diferentes emitidos por éstas, como el patacón, el federal, el bocade, etc…A agosto de 2002 el monto emitido a valor nominal de las cuasimonedas alcanzó los 8.535,40 millones de pesos a valores corrientes.
La importancia de las cuasimonedas se verifica en primer lugar tomando en cuenta las múltiples funciones del dinero, que podemos considerar esquemáticamente como: 1) Ser Reserva de valor, 2) unidad de cuenta en la que se expresan las transacciones y 3) medio de circulación.4) Ser medio de pago.
Los bonos provinciales operaron como sustitutos de la función que cumple la moneda en tanto facilitador de los intercambios y ser medio de circulación y de pago, reemplazando parcialmente al peso, la moneda de curso legal, porque la cantidad circulante del mismo era insuficiente para la realización de las transacciones económicas. Las cuasimonedas cumplieron un rol central en evitar el colapso económico y social bajo el régimen de convertibilidad.
Ajuste deflacionario y cuasimonedas fueron como se ve de la mano. Una de las funciones de la moneda, la circulación, es restablecida parcialmente por este mecanismo, ligado a la imposibilidad del Banco Central de emitir la moneda de curso legal bajo la Convertibilidad, si no contaba con el ingreso equivalente de divisas, a través del comercio exterior o del crédito.
Ahora bien, se agrega un problema adicional. En ese sentido es necesario diagnosticar que nuestra Economía es una economía bimonetaria. Qué significa esto? Responder a esta pregunta implica volver a detallar las funciones de cualquier moneda, las que implican: Ser medio de circulación, medio de pago, unidad de cuenta en la que se expresan las transacciones y los precios y reserva de valor. En la Economía Argentina la reserva de valor la constituye una moneda no emitida por el Banco Central, la reserva de valor está representada centralmente por el dólar. Este hecho tiene severas implicancias en la política económica. Como ejemplo vale citar el hecho que de acuerdo a las estadísticas de los EEUU, el país con mayor tenencia de dólares per cápita, fuera de Norteamérica es nuestro país.
El CEDIN, uno de los instrumentos financieros recientemente creados por el Gobierno Nacional (junio 2013) es también una cuasimoneda, pero no constituye un sustituto del peso, moneda local, como medio de circulación, sino que apunta a sustituir al dólar billete atesorado y otorgarle un uso económico. Al no tener fecha de vencimiento, lo que puede ocurrir en la práctica es que aumenta su velocidad de circulación, es decir habrá más operaciones que las que implica su emisión original, como ocurre, por analogía (no estrictamente) con el efecto multiplicador del dinero. El CEDIN detentará la capacidad de compra adicional en bienes y servicios que otorgará una cotización se presume cercana, aunque inferior, a la del dólar marginal, implícito en su precio, ya que este título fue emitido contra la exteriorización de dólares reales.
El problema de la dolarización es el trasfondo que tiene en la Argentina la emisión de cuasimonedas. Durante la Convertibilidad, en que sólo se podían emitir pesos contra el ingreso de divisas, los problemas del sector externo y la ausencia de créditos en moneda dura, trajeron como consecuencia una brusca disminución del circulante. La reciente pesificación produjo una drástica disminución del volumen del mercado inmobiliario y de la construcción, segmentos tradicionalmente dolarizados en los mayores centros urbanos. El CEDIN apunta a restablecer el nivel de actividad de esos circuitos aportando un circulante garantizado en la exteriorización de divisas, captando vía Blanqueo de Capitales dólares fugados del sistema.
El uso recurrente de mecanismos de circulación monetaria alternativos pone sobre el tapete la necesidad de reflexionar seriamente sobre las consecuencias macroeconómicas de un régimen de acumulación de carácter bi-monetario para sostener en el tiempo el crecimiento, el empleo y la distribución progresiva del ingreso en nuestro país.