Sociedad

Pidieron reclusión perpetua para Astiz y el “Tigre” Acosta

Es la máxima pena que pidió el Estado para los ex marinos y otros miembros del grupo de tareas de la Esma. Esta pena no contempla la posibilidad de obtener la libertad condicional al cabo de cumplimiento de un parte de la misma.

Astiz está siendo juzgado por la Causa ESMA.

El Estado nacional, a través de la Secretaría de Derechos Humanos, pidió hoy la pena de reclusión perpetua, la máxima prevista en la legislación argentina, para los ex marinos Alfredo Astiz, Jorge Acosta y otros diez miembros del “grupo de tareas 3.3.2” de la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), por el secuestro y desaparición del grupo fundador de las Madres de Plaza de Mayo, en diciembre 1977 .

Al concluir dos días de alegato, el abogado de la querella oficial, Martín Rico, reclamó el mayor rigor penal previsto en el Código Penal para doce de los 17 acusados en el juicio por los crímenes de lesa humanidad cometidos en el centro de detención de la Armada.

Cabe aclarar que la reclusión perpetua no contempla la posibilidad de obtener la libertad condicional al cabo de cumplimiento de un parte de la pena, como ocurre con la prisión perpetua, que en rigor es de 25 años.

Además esta pena  “en cárcel común”, fue pedida para Antonio Pernías, Raún Scheller, Juan Carlos Rolón, Julio César Coronel, Juan Carlos Fotea. Ricardo Cavallo, Ernesto Weber, Jorge Radice, Néstor Savio y Alberto González.

La querella pidió la condena sólo por doce de los 85 delitos juzgados en le juicios, correspondientes al secuestro y desaparición del llamado “grupo de la Santa Cruz”, la iglesia del barrio porteño de San Cristobal donde funcionaba el primer grupo de las Madres de Plaza de Mayo.

En aquella tremenda oportunidad fueron secuestradas las madres Azucena Villaflor, Mary Bianco y Esther de Careaga, junto a las monjas francesas Alice Domón y Leónie Duquet.

También fueron secuestrados los militantes de derechos humanos Angela Aguad, Patricia Oviedo, Eduardo Orane, Raquel Bullit, José Fondevilla, Remo Berardo y Horacio Elbert.

Asimismo la querella pidió que se consideren “crímenes de lesa humanidad perpetrados en el marco del genocidio” producido en el país durante la última dictadura.

En tanto, otro tramo del juicio, con alegatos específicos, corresponde al asesinato del escritor y periodista Rodolfo Walsh, cometido el 25 de marzo de 1977, y cuyo cuerpo fue visto por sobrevivientes, una minoría de los 5 mil detenidos clandestinos que pasaron por la ESMA.

Durante el pedido, Alfredo Astiz, se mostró impávido mientras leía intensamente papeles de una carpeta rosada que porta en cada audiencia.

El próximo jueves y viernes continuará alegando por las querellas el abogado Horacio Mendez Carreras, en representación de las familias de las monjas francesas, y luego el abogado Luis Zamora, por la familias Careaga y de la joven sueca Dagmar Hagelin.