Política

De la Rúa fue sobreseído por las muertes de 2001

El ex presidente estaba acusado por los delitos de homicidio y lesiones culposas ocurridos en diciembre de 2001. Sin embargo la Cámara Federal determinó que no llegará a juicio.

El ex presidente Fernando De la Rúa, al salir del juzgado.

La Sala II de la Cámara Nacional en lo Criminal y Correccional Federal confirmó por mayoría el sobreseimiento de Fernando De la Rúa en la causa por los hechos ocurridos el 20 de diciembre de 2001. En la misma el ex presidente estaba acusado por los delitos de homicidio y lesiones culposas, según el Centro de Información Judicial.Los jueces (Martín Irurzun y Eduardo Farah) se basaron en parte de negar que la declaración del estado de sitio pueda haber colocado a De La Rúa en «posición de garante» de la vida e integridad física de los ciudadanos en un contexto de conmoción interior, obligándolo de ese modo a reasumir decisiones administrativas delegadas por ley en una cadena jerárquica de funcionarios subalternos -que tenían a su cargo la dirección de la faz operativa del aparato de seguridad montado en la Ciudad de Buenos Aires- y evitar, con ello, que se produjeran los homicidios y lesiones ocurridos durante la jornada.Además se resaltó que De la Rúa no había tomado decisiones vinculadas con cuestiones de seguridad interior, en particular alguna que indicara que se debía impedir la congregación de manifestantes en la Plaza de Mayo, dejando el manejo de la cuestión en los órganos que tenían competencia específica en la materia.También se consideró que desde su ámbito funcional podía confiar en que cualquier abuso o incorrecto desempeño de la Policía Federal Argentina sería controlada e informada por quienes se desempeñaban como secretario de Seguridad Interior, Enrique Mathov, y/o ministro del Interior, Ramón Mestre (principio de confianza).En tanto, el voto de la minoría (Horacio Cattani) propuso revocar el sobreseimiento apelado y disponer el procesamiento por homicidio y lesiones culposas.Según los jueces en el contexto en que se desarrollaron los acontecimientos del 19 y 20 de diciembre, el presidente de la Nación tenía la obligación de tomar recaudos para preservar la seguridad de las personas, ante la evidencia de que podían producirse desbordes de las fuerzas de seguridad.En este sentido se destacó que desde las más altas esferas de su Gobierno se fijó que el objetivo de la actuación policial era impedir la llegada de manifestantes a la Plaza de Mayo. Finalmente se descartó que él pudiera invocar en su favor la aplicación del principio de confianza para desligarse de responsabilidad por los homicidios y las lesiones ocurridas durante la jornada y que, en cambio, tenía el deber de controlar y supervisar el desempeño de las fuerzas policiales y de los funcionarios de su Gobierno encargados del área de seguridad interior.