La decisión de reabrir el andén 2 de Once a casi un año de la tragedia que dejó 51 muertos desató la polémica.

Por un lado los familiares sostienen que esto es “una burla” para las víctimas, desde el Gobierno celebraron la medida y consideraron que “es un paso más al compromiso” que se ha asumido de “mejorar el transporte público”.

«No puedo creer que la Presidenta nos haya ignorado. Sigo enojada con ella. Es una burla. Una cargada», reclamó Zulma Ojeda, madre de una víctima, en declaraciones radiales.

En el mismo sentido, Mónica Bottega, mamá de Tatiana Pontiroli, también fallecida en la tragedia, consideró que “lo pasado, pasado está, lo importante es la toma de conciencia”, aunque hizo énfasis en “el respeto que les debemos a las víctimas”.

“Yo no recibí ayuda de nadie. A mí el Estado jamás me ha ayudado en nada. Tatiana tenía 24 años y una vida llena de proyectos. Lo que queremos es que no vuelva a pasar nunca más», añadió.

Desde otro punto de vista, el ministro de Transporte, Florencio Randazzo, aseguró que se trata de una «muy buena noticia».

«Es una muy buena noticia. Es un paso más al compromiso que hemos dado de mejorar el transporte público. Los cambios van a estar a la vista, están a la vista. Desde Once al resto de las estaciones vamos a hacer reformas», defendió el funcionario.