«El reclamo del mínimo salarial docente de $2.500 a partir del 1° de febrero es razonable y justo y expresa la sensación térmica: en estos últimos años se ha hecho mucho y, al mismo tiempo, falta profundizar y hacer mucho más», expresó Ghilini.En las paritarias iniciadas el viernes pasado, los cinco sindicatos nacionales de la educación unificaron su postura en torno a un pliego que, además del mínimo de $2.500, incluye un aumento del Fondo de Incentivo Docente a $300 y el pago de asignaciones familiares a valores nacionales, entre otras reivindicaciones.Asimismo reclamaron que el acuerdo incluya algún tipo de cláusula de reapertura de paritaras en función de la evolución del poder adquisitivo del salario docente. «SADOP justifica su reclamo salarial en un estudio sobre la canasta básica sectorial. Medimos cuanto le cuesta vivir al docente privado como jefe de hogar con dos hijos a cargo y lo comparamos con los ingresos que los mismos docentes declaran», señaló el dirigente de SADOP.Según informaron desde el Sindicato, el trabajo de campo se realizó entre diciembre de 2009 y diciembre de 2010. Se encuestaron 2.958 docentes de todo el país. «El estudio pone en evidencia la enorme dispersión salarial de la docencia y que, aún cuando los mecanismos compensatorios como el Fondo de Garantía Salarial han ayudado, aún está lejos de ser justo lo que percibe un docente por su trabajo cotidiano», concluyó Ghilini.