Opinión

La semana que fue, la semana que viene

El análisis político del director del Mensajero Diario, Miguel Gómez Sanjaume.

La columna habitual de los domingos de Miguel Gómez Sanjaume.

 Una semana a pura palabraLa semana que pasó fue una semana donde como nunca imperó la palabra.Fueron palabras lanzadas al viento las de la Diputada Diana Conti hablando de Cristina Eterna.También lo fueron las de Horacio González cuando escribió a las autoridades de la Feria del Libro su deseo de que Vargas Llosa no hablara en la inauguración.En el caso de Diana la elección de la palabra eterna fue por lo menos desafortunada.Son muchos los funcionarios y dirigentes del kirchnerismo así como de los aliados los que se han expresado en reiteradas veces sobre la reelección de Cristina.En la mayoría de las veces lo han hecho con mesura y prudencia, señalando su deseo, sus razones, sus argumentos políticos pero dejando casi siempre el espacio de respeto al derecho de que la decisión siempre tiene una gran cuota  personal.Pero parece que a la diputada Conti no le bastó con decirlo como el resto de los kirchneristas.Tuvo que agregar una palabra, no cualquier palabra, la palabra eterna.En el imaginario peronista “eterna” era Evita y lo fue luego de su muerte como una manera de prolongar su presencia más allá.Pero la Diputada Conti no es cualquiera, no es una inocente militante juvenil, no es una apasionada “cristinista militante” de un barrio.Es un experimentado cuadro político que sigue atentamente los climas políticos de la Argentina.Todo el mundo político sabe que las usinas de los medios monopólicos trabajan con varias hipótesis para tratar de impedir el triunfo del kirchnerismo en el 2011.Uno de esos frentes de trabajo es todo lo que tiene que ver con la imagen de “la perpetuidad” en el poder, lo dictatorial etc.Por ser generoso cabria hablar de ingenuidad en las palabras de la Diputada.El daño que ocasionó fue grande.Por un lado obligó a la Presidenta a salir a desmentir lo que los medios a partir de la palabra “eterna” convirtieron en “la reforma de la Constitución para garantizar la reelección indefinida”y por el otro tiñó de mala prensa algo que en algún momento habrá que pensar. La reforma de la Constitución para integrar a ella los nuevos derechos que este gobierno ha restituido o generado.El otro episodio lo generó Horacio González cuando le solicita en carta pública a la Fundación del Libro que Vargas Llosa no hable en la inauguración de la Feria del Libro.Acá no hubo una voluntad de “ser más papista que el Papa”.Lo que hubo fue la contradicción entre el intelectual y el funcionario.En tanto intelectual, honesto, comprometido, pluralista etc. Horacio González puede expresar su oposición a que Vargas Llosa sea el orador de la apertura de la feria del Libro.Sobre la Feria del Libro y este episodio muchas palabras se han vertido.Me parece que es hora de decir algunas palabras más, pero desde  otro lugar.¿Que es la Feria del Libro?Se la suele llamar “el evento cultural más importante de la cultura argentina”, se la presenta como un espacio “del lector al escritor”, durante el tiempo que funciona, las tapas de los grandes medios mencionan la alta concurrencia y si superó o no la edición anterior.Sus pasillos abarrotados muestran a montones de personas preocupados por obtener algún elemento que patentice en el afuera el hecho de que concurrió a la Feria del Libro y por lo tanto se lo “presupone lector”.Suena duro pero es así en la mayoría de los casos.En realidad la Feria del Libro es organizada por una fundación privada controlada por las grandes editoriales, la mayoría de las cuales son extranjeras, donde el gran negocio es la Feria en si , y al mejor estilo de la Feria Expoagro forman parte de ese negocio Clarín y Nación.La Feria del Libro contó con la presencia de los gobiernos militares durante el proceso y calló sobre la desaparición de escritores argentinos durante el mismo.Acomodó la carga y porque además es buen negocio editorial mutó a espacio de reconocimiento de esos escritores que negó durante la dictadura.La Sociedad Rural de las empresas editoriales no son inocentes cuando lo invitan a Vargas Llosa a inaugurar la Feria.Se sabe que ese acto es un acto político como lo es la inauguración de la Exposición Rural y por eso no es inocente invitarlo  al Nobel a decir sus palabras.Es la construcción de un escenario que aporte a “ese bien común” desgastar al Gobierno.La falta de esta lectura llevó a González a cometer el error de pedir a la Fundación El Libro, dueña de la Feria del Libro, que no sea Vargas Llosa el orador en la inauguración dándole de esta manera “pasto a las fieras”.Horacio González, que viene cumpliendo una excelente gestión al frente de la Biblioteca Nacional no solo desde lo técnico sino también desde la pluralidad de voces que cobija ese ámbito,  no puede ser acusado de represor de expresionesEsa contradicción entre el intelectual y el funcionario en una Argentina donde el mundo del privilegio intenta sobrevivir, generó un escenario que fue y lo seguirá siendo utilizado por ese mundo del privilegio en su lucha desesperada por no perder valga la redundancia sus privilegios. Palabras también fueron las de la Presidenta en la inauguración de las sesiones ordinarias del último año de su primer mandato.No es el lugar para hacer un análisis semiológico o filológico de una pieza oratoria que como siempre brilló y superó a la media de los discursos políticos a los que estamos acostumbrados.En su alocución informa a la Nación sobre el estado del país y hacia donde es su voluntad encaminarlo, no son otra cosa los discursos dichos en esas ocasiones, Cristina habló de lo bien que va la economía, las relaciones internacionales y el desarrollo industrial a que se apunta.También, aunque como loritos repetidores lo negaron los medios monopólicos y la oposición, habló del tema seguridad.Habló de las deudas pendientes que tiene el Congreso en un año en que el Grupo A fue mayoría, y proyectó propuestas para continuar en ese rumbo.Ampliación de la AUH a embarazadas desde el tercer mes entre otras.También definió la relación que desea tener con el movimiento obrero.Se planteó como compañera reconociendo la importancia que tiene, pero aclaró que no va a interferir en el accionar de la justicia  en defensa de acciones ilegales llevadas a cabo por algún dirigente gremial.Compañera sí, cómplice no.Por supuesto el coro opositor infirió rápidamente distanciamientos, enojos etc entre la CGT y Cristina.Nada de eso sucede, la CGT con Moyano a la cabeza  discute poder, poder para el movimiento obrero, Cristina en tanto Conductora del Movimiento Nacional y Popular debe administrar el poder dentro del mismo y por lo tanto es lógico que las tensiones existan.Donde faltaron palabras fue en la oposición que no encuentra palabras para explicar su inexistencia.En la ciudad también faltaron palabras.Le faltaron a Macri cuando debió inaugurar su propio periodo legislativo y no se sabía si recién comenzaba a gobernar la ciudad o se estaba despidiendo.También le faltan palabras a Estensoro candidata de la Coalición Cívica a quien no se ve ni se escucha.Otro, sin palabras es Claudio Lozano de Proyecto Sur, así como Facundito Suárez Lastra precandidato de los radicales.Los que sí tienen palabras y conceptos son los tres precandidatos del kirchnerismo.Filmus, Boudou y Tomada, no solo hacen uso de la palabra sino que además la multiplican en innumerables actos y reuniones.A los tres se los ve sólidos en el conocimiento de la Ciudad y en sus planes para gobernarla.De a poco se instala que uno de los tres será el nuevo Jefe de Gobierno.La semana que viene será una semana corta, recién comienza el miércoles.Eso no significa que no haya novedades políticas solo que se producirán en pocos días.Pero eso es la semana que viene.