La Secretaría de Derechos Humanos de la Nación señalizó como sitio de memoria el Pozo de Vargas en Tucumán, utilizado como lugar de enterramiento clandestino de detenidos desaparecidos de Tucumán y de diversas provincias.

Durante el acto la directora nacional de Sitios de Memoria, Judith Said, destacó que la actividad fue impulsada por la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, a través de la Dirección Nacional de Sitios de Memoria y organizada por las áreas locales.

También recordó que el avance en el hallazgo e identificación de restos fue fruto de los trabajos impulsados por la Universidad Nacional de Tucumán, el Instituto Manuel Lillo y la Iniciativa Latinoamericana para la Identificación de Personas, tras la insistente y continua lucha de los organismos.

A la vez que destacó que el presidente Néstor Kirchner visitó este lugar en 2003, tras lo cual el compromiso del Estado Nacional se hizo presente: «Es importante destacar la importancia de la unidad que hubo en la lucha durante décadas y en cada contexto del país. Especialmente la de todos los organismos que han trabajado en la búsqueda de justicia y en la consolidación de este lugar tan siniestro como un lugar de memoria, como un lugar donde se corroboran los delitos de lesa humanidad que se cometieron en Tucumán».

Asimismo, agregó: «Estar unidos, para quienes tenemos alguna responsabilidad en el Estado, significa tomar desiciones políticas en el momento justo, y eso hizo el ex presidente Néstor Kirchner a partir de las luchas durante décadas por parte de los organismos. Las políticas de Estado se caracterizan por ser articuladas, solidarias entre las gestiones y las organizaciones. Estamos atravesando una etapa desafiante, pero ante este nuevo desafío tiene que prevalecer la unidad, nuestros objetivos primordiales y consolidar todos los derechos adquiridos».

Por su parte, la secretaria de Derechos Humanos de Tucumánla, Carolina Trejo, resaltó que el lugar es de las organizaciones y familiares y que son ellos quienes deben protagonizar la palabra. En el mismo sentido, Javier Noguera en representación del intendente de Tafí Viejo ratificó el compromiso del municipio con el sostenimiento de los trabajos en el Pozo de Vargas.

Luego Mabel Montero de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora de Tucumán, resaltó: «Así como ya ha confirmado el Estado provincial la continuidad de las políticas de derechos humanos, exigimos que el próximo gobierno nacional también exprese una definición concreta de lo que piensa implementar. Sea cual sea la respuesta aquí nadie se rinde. La memoria, la verdad y la justicia siguen siendo nuestros pilares. Acá estamos los organismos. Nuestros hijos y compañeros no están, pero nosotros sí y la lucha va a continuar hasta que no quede ni un genocida sin pagar por los delitos aberrantes que cometieron».

Luego la presidenta de la fundación Memorias e Identidad de Tucumán, Marta Rondoletto, destacó: «Para los familiares y organizaciones de derechos humanos el pozo es el resultado de un pueblo atento que interpreta sus demandas y puede producir hechos como este porque entienden la angustia y estuvieron alertas para decir que algo pasaba en este lugar. Luego, se sumaron quienes venían trabajando en otras causas y grupos de científicos que le dieron el lazo de veracidad a la información que circulaba. Hoy más que nunca decimos memoria, verdad y justicia».

Posteriormente la presidenta de Familiares de Desaparecidos de Tucumán (Fadetuc), Virginia Sosa, agradeció a los familiares presentes, familiares, madres, hijos y compañeros del dolor y dijo: «Pareciera como si hoy fuéramos a entrar por primera vez al Pozo, tantos años después, porque son 14 años en esta lucha tan dura. Entramos, estamos acá, seguiremos luchando y agradeciendo a la gente del lugar, seguiremos hasta llegar a la verdad, hasta identificar a todos los compañeros que están acá».

Del mismo modo Victor Ataliva, del Colectivo de Arqueología, Memoria e Identidad de Tucumán (CAMIT), dijo: «Para nosotros, como equipo, estos encuentros son muy importantes porque implican reconocimiento y reflexión colectiva de cosas del pasado reciente y lo que hacemos con esto».

Luego, recordó el trabajo colectivo, recordó que llegaron al lugar en 2001 y estaba aún rodeado apenas por una sendas: «Con anterioridad a nuestro trabajo aquí, militantes y abogados convocaron a docentes, estudiantes y graduados de la UNT para preguntar porque en Tucumán no había un grupo que pudiese hacer el trabajo de reconstrucción de lo que fue el terrorimos de Estado en la provincia con la intensidad que había tenido. Vinimos a este sitio y rápidamente se sustancia con la Justicia Federal la necesidad de pericias en el lugar».