Bonaerense

Tras ser discriminada, una pareja organiza una “beseada” en La Plata

Se trata de Agustina y Belén, quienes denunciaron haber sido echadas del bar platense Mirapampa, porque se estaban besando. Por eso este sábado se juntarán allí para debatir sobre la discriminación y el invitan a llevar adelante “besos públicos”.

Las jóvenes fueron cuestionadas por besarse en un bar.

La pareja de jóvenes lesbianas que denunció haber sido echada de un bar de la ciudad de La plata por besarse en público encabezará una actividad en la puerta del local para reflexionar acerca de la discriminación.

 

Agustina y Belén, dos estudiantes de 21 años que están en pareja desde hace seis meses, denunciaron que el sábado pasado fueron echadas del bar Mirapampa, ubicado en las calles 17 y 71 de La Plata porque se estaban besando.

 

Belén -rionegrina, estudiante avanzada de Periodismo- detalló que la idea de llevar a cabo esta jornada de “besos públicos” y reflexión surgió “a partir de que la gente que se comunicó con nosotras al enterarse de lo que nos pasó nos alentaba a que hiciéramos algo en el lugar”.

 

Agustina explicó que se reunirán en el bar a las 19:30 junto a representantes de ONG`s, organizaciones políticas y estudiantiles y todos aquellos que se acerquen espontáneamente “a manifestar que lo que ocurrió el sábado no tiene que volver a ocurrir”.

 

Las jóvenes aclararon que no se trata de un escrache, sino de una “beseada”, tras la cual se realizará una charla en la que se analizarán los avances en materia de leyes relacionadas con la igualdad de género y se ofrecerá información acerca de los lugares donde se puede denunciar discriminación.

 

“Hubo miles de avances en cuanto a leyes, de Matrimonio Igualitario, de Educación Sexual e Identidad de Género, que acompañan y abren caminos, pero hay que seguir esta lucha porque falta mucho como sociedad para respetar a parejas como nostras”, marcó Belén.

 

Según relataron las jóvenes, estaban el sábado besándose en el bar y un encargado se acercó y les dijo que «hay ciertas cosas que no se pueden hacer en cualquier espacio, por respeto al resto».

 

“El beso era un beso común y corriente, no algo obsceno como se dijo. Le preguntamos si nos estaba echando y dijo que no, pero que no podíamos besarnos ahí», relató Belén y agregó que se les informó que al público que va a ese bar no le gusta ver «ese exhibicionismo» y que para eso están «los boliches gay a los que pueden ir chicas como ustedes».

 

“Si queremos llevar con libertad nuestra relación, lo que sentimos y lo que somos, en ese bar no podemos”, analizó y contó que “muchas veces nos ocurrieron situaciones violentas en boliches, sobre todo cuando los hombres se creen con derecho a decirnos barbaridades”.

 

Agustina además graficó que “hay cierta impunidad de parte de los hombres, que se creen que si dos mujeres se besan es para excitarlos a ellos y piensan que ello les da derecho a decirnos cualquier cosa”.

 

A partir de la denuncia pública, el Inadi intervino de oficio y las jóvenes fueron recibidas por el vicegobernador Gabriel Mariotto, por diputados y senadores provinciales, y por concejales locales, quienes les manifestaron su repudio a lo que ocurrió.

 

Por su parte, Marcos Drago, dueño del bar denunciado, aseguró en declaraciones periodísticas que el local «es un lugar de tolerancia, que incluso tiene un fuerte público gay».

 

«Va a venir un montón de gente a hacerme un escrache y yo voy a estar acá para dialogar con las chicas y con todo el ambiente gay y lésbico” y agregó: “Yo siempre los respeté desde mi persona y a través del bar, que tengo hace 11 años”.

 

Drago se mostró dispuesto a hablar con las jóvenes y, propuso «si quieren puede organizar un festival por la diversidad, el espíritu del bar es incluir a todos”.

 

“Estamos abiertas al diálogo con el dueño del bar, pero desde el respeto”, aclararon las jóvenes en este sentido.

Fuente: Telam