Más de cien acosos callejeros son denunciados mensualmente en Capital Federal y la provincia de Buenos Aires, lo que pone al descubierto un grave problema social que una ONG especialista en la temática alerta, va en aumento.
Se debe a piropos subidos de tono, manoseos y agresiones verbales contra mujeres.
De acuerdo a una investigación de la ONG «Bullying Sin Fronteras», cada día llegan a los tribunales porteños y de la provincia de Buenos cuatro causas penales por bullying de género u hostigamiento por razones de género lo que expone un grave problema social.
«En general las mujeres se asustan o se sienten intimidadas por el comportamiento agresivo de algunos hombres que trabajan en obras en construcción o en la calle en reparaciones de servicios de gas, luz, agua, teléfono, trapitos, manteros, feriantes de las numerosas ferias en la Ciudad y el Conurbano, taxistas y colectiveros», enumeró Javier Miglino, titular de la entidad.
El abogado recordó que para la Justicia el acoso se circunscribe a todo tipo de comportamiento agresivo y persecutorio de una persona hacia otra.
«Ocurre que por ahí el primer día las chicas reciben un piropo pero después las cosas se confunden y al día siguiente la pueden llegar a seguir y al tercer día quizás hasta la toquen. En realidad pueden darse casos de abuso deshonesto o intento de violación», opinó.
Para Miglino, «los comportamientos denunciados en la justicia van desde la contravención de acoso (por causa de piropos subidos de tono, seguimientos y gritos) hasta el delito de calumnias e injurias (arts. 109 a 117 del Código Penal); abuso Deshonesto y abuso Sexual en grado de Tentativa (art. 119) en ocasión de individuos que tocan a las chicas e incluso intentan besarlas contra su voluntad; apología del crimen en torno al delito de violación (Art. 213) cuando los sujetos vociferan cosas como te violaría yegua ; e instigación a cometer delitos (art. 209), como cuando en un grupo de hombres varios de ellos incentivan» al acoso.
Fuente: Diario Popular