El titular de la CTA con mandato prorrogado, Hugo Yasky, volvió a negar hoy la legalidad de la asunción de Pablo Micheli al frente de la central y reiteró que «el juez denegó su cautelar, pero no le dio el reconocimiento de la CTA a Micheli».

Yasky afirmó que hasta que no exista un fallo judicial que reconozca la victoria de Pablo Micheli la sede a la CTA será «co-habitable» y los dos sectores deberán compartir ese espacio físico y recordó que su mandato sigue en pie debido a que «está prorrogado» por el Ministerio de Trabajo y consideró que Micheli «no tiene reconocimiento alguno por parte de la Justicia».

«Es el juez a cargo quien debe dar sentencia y hasta ese momento debemos esperar», pidió Yasky, al señalar que el magistrado todavía no se pronunció sobre la validez de los comicios que consagraron al estatal.

“Vamos a estar bajo un mismo techo», señaló Yasky aunque reconoció que prefirió retirarse de la sede antes de la llegada de Micheli para no sumarse «a la puesta en escena, al reality show» .

Además, pidió al dirigente estatal que «se presente» a las elecciones complementarias que el «yaskismo» organiza para el 16 de marzo en los lugares donde se comprobó que hubo irregularidades, pero advirtió que su rival «lo que no quiere es que se vuelva a votar».

Esta mañana, al llegar al edificio de la calle Piedras al 1.000, Micheli descubrió que Yasky se había marchado del lugar, pese a que el docente había anunciado horas antes que iba a impedir que su rival tomara posesión de la sede.

«Somos la nueva conducción. Lo dijo la gente con su voto y ahora lo ratificó un fallo judicial», sostuvo Micheli en declaraciones a la prensa formuladas luego de ingresar a la sede de la CTA.

De esa forma se refirió al rechazo de la Justicia a una medida cautelar que había presentado Yasky para impedir la asunción de su rival, luego de no haber reconocido ni participado de los comicios complementarios que consagraron a Micheli.

El estatal permaneció unas horas dentro de la sede y mantuvo una reunión con el personal del edificio que, en medio de esta situación, no cobró su sueldo previsto para el último día del año, indicaron en el «michelismo».

Referentes de ese sector señalaron que «asumir la Secretaría General de la CTA representa además asumir responsabilidades concretas como el pago de los salarios» y se comprometieron a regularizar esa situación.

«No venimos en son de violencia, esta es nuestra casa. Es una descortesía de parte de él haberse ido. No vinimos a romper nada ni a tomar nada por asalto», advirtió en la puerta de la sede Micheli, que tenía previsto hablar con su contrincante.

«Mientras dure este fallo, la responsabilidad recae sobre nosotros. La actitud de Yasky es preocupante. Negar la validez de las elecciones habla más de su salud mental. Esto me obliga a tener que dar cuenta al juez Pascal, quien entiende en la causa», continuó.

Finalmente Micheli aclaró: «A mí no me interesa la oficina, se la puede quedar. La secretaría va a funcionar en la oficina del fondo, donde estoy yo y que antes ocupaba Víctor de Gennaro».

El titular de ATE advirtió que en caso de que Yasky quiera manifestar alguna queja podrá hacerlo, ya que «tiene un cargo de vocal dentro de la nueva conducción». De esa forma, rechazó de plano la posibilidad de que coexistan dos CTA.