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Los ACV y las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte en el Chaco

El Ministerio de Salud Pública identificó a las enfermedades crónicas no trasmisibles como la principal causa de muerte en la provincia, ubicándose en un segundo lugar las infecciones y tumores.

Los especialistas advirtieron que los índices de mortalidad a raíz de patologías cardiovasculares y cerebrovasculares van en aumento debido a los modos de vida que acentúan el sedentarismo y la mala alimentación.

Así, los especialistas advirtieron que los índices de mortalidad a raíz de patologías cardiovasculares y cerebrovasculares van en aumento debido a los modos de vida que acentúan el sedentarismo y la mala alimentación. Por tal motivo, remarcaron la importancia de adoptar determinados cuidados para prevenir dichas enfermedades. La carga de enfermedad y mortalidad por ENT, representada principalmente por las enfermedades cardiovasculares, diabetes, cáncer y enfermedades respiratorias crónicas, está aumentando a nivel nacional. De tal manera que constituyen más del 70 por ciento de las muertes en Argentina, según el registro de estadísticas vitales de la cartera sanitaria nacional. En la provincia, el panorama es el mismo, la causa de muerte más importante en mayores de 45 años, son las enfermedades relacionadas al sistema circulatorio. En orden de aparición, los accidentes cerebrovasculares (ACV) dominan entre las condiciones cardiovasculares del total de los decesos registrados, seguidas por las insuficiencias cardiacas y en último lugar se encuentran los infartos. En segunda instancia, el análisis señala a los tumores –tipos de cáncer- y por último, las afecciones relacionadas al sistema respiratorio como lo son las influenzas o neumonías. Del conjunto de muertes registradas por cardiopatías y ACV, el 49 por ciento se refirió a personas mayores de 75 años, el segmento poblacional “más vulnerable por factores relacionados a la hipertensión arterial, los hábitos de vida sedentarios, el tabaquismo y la falta de actividad física”. Les sigue un 24% que corresponde a mayores de 65 a 74 y el 23% restante a mayores de 40 a 64. “Las ECNT representan una verdadera epidemia que va en aumento debido al envejecimiento de la población y los modos de vida actuales que acentúan el sedentarismo y la mala alimentación”, explicó el director de ENT, Carlos Olivello, al instar a la población a realizar controles y mantener hábitos saludables. No obstante, reconoció que la enfermedad cerebrovascular por sí misma es responsable de ataques agudos que pueden perjudicar a la persona en forma transitoria o permanente generando discapacidad. “Además de la muerte prematura, los ACV provocan daños irreparables disminuyendo significativamente su calidad de vida”, agregó. Existen varios factores reconocidos que aumentan el riesgo a desarrollar enfermedad cardiovascular, muchos de los cuales son modificables, pueden ser prevenidos, eliminados o controlados. Entre ellos, se destacan: tabaquismo, mala alimentación, falta de actividad física, estrés crónico, presión arterial elevada, altos niveles de colesterol, triglicéridos y otras sustancias grasas en la sangre y el consumo excesivo de alcohol. Recomendaciones para prevenirlas • Realizarse registros para el control de la presión arterial con frecuencia. • Abandonar el hábito de fumar y evitar la exposición pasiva al humo de tabaco. • Reducir el consumo de alimentos con contenido alto de grasas saturadas, azúcar y sal • Evitar alimentos con alto contenido en sodio (fiambres, embutidos, aderezos, productos de copetín, quesos, etc.). • Consumir alimentos ricos en potasio, como legumbres, frutas y verduras. • Cocinar sin agregar sal. Reemplazarla por perejil, albahaca, tomillo, romero y otros condimentos. • Realizar al menos 30 minutos diarios de actividad física de manera continua o acumulada: usar escaleras, caminar, bailar, andar en bicicleta, etc. • Limitar el consumo de alcohol, que en las mujeres debe ser inferior a 98 gramos a la semana (150 ml de vino al día) y en los hombres inferior a 196 gramos a la semana (300 ml de vino al día). • Realizar controles médicos al menos una vez al año. • Moderar el tamaño de las porciones cuidando el cuerpo y evitando el sobrepeso. • Reducir el consumo de café.