Bonaerense

Aertan por el estado del agua en Bahía Blanca

Científicos realizaron evaluaciones preliminares del servicio y alertaron al notar que cultivos de células neuronales tienen mayor mortalidad cuando son sometidos al líquido. Ahora, piden que se determine la presencia de toxinas en la red de toda la ciudad y alrededores.

Investigadores del Conicet realizaron evaluaciones preliminares en el servicio de agua potable de Bahía Blanca y encendieron una luz de alerta al notar que los cultivos de células neuronales de ratas tienen mayor mortalidad cuando son sometidos al líquido.En diálogo con el diario local, La Nueva, el investigador del Conicet, Luis Politi, explicó el procedimiento llevado a cabo y aseveró que los incipientes estudios realizados “están marcando la necesidad de realizar un estudio concreto para determinar si hay toxinas en el agua que se suministra a la población».Politi es jefe del laboratorio de Neurobiología y profesor del Instituto de Investigaciones Bioquímicas de Bahía Blanca, Conicet y Universidad Nacional del Sur, donde hace más de 20 años se realizan cultivos neuronales de ratas con agua de red.“Hemos desarrollado un sistema que nos permite obtener neuronas puras ya desde cultivo. Lo hacemos con neuronas de rata o de ratón y desde hace bastante tiempo estamos observando que tenemos una mortalidad más elevada que lo normal”, dijo el especialista.Asimismo, en los últimos dos años el estudio permitió corroborar que esta elevada mortalidad en cultivos coincide con la proliferación de algas en el Dique Paso de Las Piedras de esa ciudad bonaerense, época también donde se registran la mayor cantidad de denuncias contra la empresa prestataria del servicio ABSA, debido al mal olor, sabor y hasta color del servicio.»Esa coincidencia la vamos notando cada vez más porque la floraciones son mucho más frecuentes, casi todo el año. Ahora tuvimos una en pleno julio”, explicó el investigador en sus declaraciones al matutino local y añadió que la pestilencia se debe a que las algas producen un compuesto que se llama geosmina, que es lo que se utiliza para agregarle al gamexane para que tenga ese olor.De acuerdo a las investigaciones de otro especialista del equipo, Ricardo Echenique, en el Dique local hay dos algas, anabaena y microcystis , las cuales en condiciones ocasionales producen neuro y hepatoxinas, por lo que insisten en la necesidad de realizar un estudio.»No decimos que el agua local es una porquería, sino que es necesario estudiarla porque hay que determinar si estas algas están en este momento en una concentración elevada, si liberan toxinas y si ese eventual nivel de toxinas es compatible con la salud o no», sostuvo Politi.En tanto, el investigador aclaró que los sistemas locales de potabilización de agua son similares a los que son los mismos que tienen Harvard, John Hopkins y otras universidades importantes en el mundo. “Lo que pasa es que la parte inicial del sistema de purificación tiene una serie de prefiltros y filtros que carecen de controles manométricos, que uno pueda visibilizar. Los vendedores aconsejan que se cambien cada tres o seis meses”, dijo al respecto y agregó: «por eso, cuando hay una floración es como si se le echara barro, hay que cambiar el filtro al otro día. Indudablemente algo está pasando, pero no necesariamente quiere decir que sean toxinas. En Estados Unidos es el mismo sistema, pero la usan y una vez que testean que no tiene toxicidad la venden. Sale carísima, entre 250 y 500 dólares el litro».Finalmente, Politi pidió a “las autoridades nacionales, provinciales y municipales, y por sobre todo ABSA, se ocupen de este tema con la seriedad que corresponde”.

Fuente: Infogei