Política

David Acuña nos trae en esta nota, un auxilio de nuestra tiempo anterior para poder mirar en perspectiva un complejo presente.

Argentina frente a los escenarios de posguerra

Yrigoyen y Perón, respuestas diferentes La Argentina atravesó dos escenarios de posguerra con gobiernos populares al frente del Estado, pero los resultados fueron muy diferentes. El crecimiento de la industria nacional en los escenarios de 1918 y 1945 se debió a la sustitución de importaciones producidas por la situación bélica de dos guerras mundiales que... Leer más »

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Yrigoyen y Perón, respuestas diferentes

La Argentina atravesó dos escenarios de posguerra con gobiernos populares al frente del Estado, pero los resultados fueron muy diferentes. El crecimiento de la industria nacional en los escenarios de 1918 y 1945 se debió a la sustitución de importaciones producidas por la situación bélica de dos guerras mundiales que impedían la importación de maquinaria, particularmente la proveniente de Gran Bretaña quien necesariamente había volcado su aparato industrial a la producción de armamento.

En el primer escenario de posguerra, el gobierno radical de Hipólito Yrigoyen vuelve al modelo económico “natural” de exportación agropecuaria y sin aplicación de medidas proteccionistas el desarrollo industrial mercadointernista se ve obturado.

En el segundo escenario, el gobierno de Juan Perón utiliza parte de la renta diferencial agraria y la traslada al sector industrial generando su expansión apoyado en un mercado interno protegido y una demanda creciente de bienes por una clase trabajadora que es la beneficiaria central del desarrollo. Norberto Galasso en su libro sobre Perón (1) cita un ensayo de Juan Carlos Esteban (2) donde se da cuenta en forma comparativa que el impacto de las políticas aplicadas en ambos escenarios dio resultados diferentes en el grado porcentual con el que el capital extranjero participa del capital fijo local. Mientras que en 1913 el capital extranjero implicaba el 47,7% del capital fijo total de la Argentina y en 1931 lo hacía con el 30%, en 1945 se reducía al 15,4% y hacia final del período peronista en 1955 al 5,1%.

Los datos porcentuales hablan por sí mismo. Lo cual también da a pensar, que sin desconocer los problemas en materia económica por los cuales la Argentina peronista transitó entre 1946 y 1955 el objetivo de la independencia económica era claro… Tan claro, como la política de re-extranjerización del aparato productivo y retroceso de las conquistas sociales posterior al golpe militar de 1955.

Congreso de la Productividad, bombardeo y FMI

La alianza social que dio origen al peronismo implicó que tanto la burguesía como la clase trabajadora se beneficiaran de la política industrialista del gobierno. La puja natural entre capital y trabajo fue saldada, o puesta en un segundo plano de contradicción si se quiere, mientras se sostuvo la transferencia de renta agropecuaria vía control del comercio exterior y tipo de cambio. La misma se vio afectada por la baja mundial de los precios agropecuarios, lo cual implicaba pensar que el “precio” del desarrollo nacional recayera en las espaldas del empresariado o de los trabajadores.

El 21 de marzo de 1955 se inaugura el Congreso Nacional de la Productividad y el Bienestar Social donde se expresarán los desacuerdos entre patronales industriales y la CGT en torno a los porcentajes de plusvalía que cada uno se apropie (ganancia y salarios) como, así también, sobre las condiciones de explotación en la cual la misma se obtiene. Para las patronales era clave rediscutir los convenios colectivos de trabajo y la injerencia de los sindicatos en la producción por medio de las comisiones internas. Claramente, lo que para unos eran concesiones coyunturales capaces de ser modificadas, para los otros eran conquistas sociales y derechos irrenunciables. La lucha por la apropiación de renta y las condiciones de trabajo es salda por parte de la burguesía con el golpe militar del 16 de septiembre precedido por el bombardeo a Plaza de Mayo del 16 junio.

El golpe militar vendría acompañado no solo de la proscripción del peronismo y la represión como formas de disciplina, sino por la incorporación de la Argentina al FMI.

UNASUR, la posguerra de Néstor Kirchner.

La Deuda Externa en Sudamérica fue (es) el mecanismo por el cual las potencias centrales, los grupos económicos y los organismos de crédito internacional, han tenido para enajenar trabajo, recursos y capital de los pueblos latinoamericanos.

Para el caso argentino, a esta altura es evidente la vinculación existente entre la deuda externa, la fuga de capitales, la extranjerización económica, la reprimarización productiva y la pauperización del pueblo a niveles escandalosos, con las políticas emanadas desde el FMI y la pleitesía asumida por más de un gobierno de turno.

En su momento, Juan Perón comprendió que el desarrollo de políticas industrialistas y de redistribución de renta nacional no eran sostenibles en el tiempo sin la ampliación del mercado y la diversificación productiva. Los objetivos de integración entre estados nacionales (ABC) y de amistad entre sus pueblos (ATLAS), respondieron junto a una política exterior autónoma (Tercera Posición). Para Perón la independencia y desarrollo de América Latina estaba indisolublemente ligada a la integración de sus estados nacionales como lo habían pensado San Martín, Bolívar, Martí y otros patriotas.

La caída del Muro de Berlín en 1989 pareció catapultar a los Estados Unidos a una hegemonía mundial indiscutible en el plano económico. Sin embargo, la aparición en la escena del BRICS concentrando el 40% de la población mundial y el 20% del PIB volvió a colocar en tela de juicio la pretendida hegemonía. Esta cuestión, sumada a la crisis de unidad europea y el despegue de China, generaron parte del escenario propicio en Sudamérica para el avance de gobiernos anti-neoliberales. La desarticulación de los sueños panamericanos yanquis de un hemisferio unificado por medio del ALCA fue seguida por la concreción de la UNASUR y la CELAC. Néstor Kirchner, en alianza con Lula y Chávez, retomaba las banderas de independencia económica y soberanía política olvidados por el peronismo noventista de Menem y Duhalde.

La pos-Guerra Fría fue aprovechada por Néstor Kirchner para lograr importantes niveles de desendeudamiento externo, redistribución del ingreso, recuperación del aparato industrial y revalorización del Estado como herramienta de intervención en las variables económicas. Una vez más, se confirmaba la mirada en términos políticos que Juan Perón tenía al señalar que la verdadera política es internacional.

El Frente de Todos y… La guerra interminable

El escritor de ciencia ficción Joe Haldeman escribió en 1974 la novela “La Guerra Interminable”, galardonada con varios premios en su género. Ambientada en una sociedad humana del futuro, narra las aventuras bélicas de un soldado que es enviado a pelear en campos de batalla planetarios pero que, por cuestiones inherentes a los viajes espaciales y la velocidad de la luz, llega a destino para cuando el gobierno que lo ha enviado ya no existe y las disputas enunciadas posiblemente ya se han resuelto al margen de la concurrencia de sus armas.

La contundente derrota del Frente de Todos en las PASO implicó una serie de intercambios en las redes sociales de dimes y diretes en la clase política seguida de cambios en la conformación del gabinete de ministros. Una vez asumidos los nuevos funcionarios a cargo de las carteras ministeriales, la gestualidad del gobierno nacional se mostró en tres escenarios principales.

El primero de ellos fue la participación del presidente Alberto Fernández en el Coloquio IDEA en donde sostuvo que “necesitamos impulsar el empleo registrado” ante un auditorio plagado por los empresarios que, como bien señaló el abogado laboralista Juan Manuel Ottaviano, fueron impulsores de reformas laborales durante “Macri/17, de la Rúa/00, Menem/92 Videla/76” y que “si no fuera que dan miedo, solo aburrirían”. ¿Se podría decir que el presidente hablo de un tema del cual los empresarios nucleados en IDEA no quieren escuchar?

El segundo estuvo dado por la “mesa de las sonrisas” organizada por el ministro del interior Wado de Pedro con los principales grupos económicos del país encabezados por Marcos Bulgheroni (Pan American Energy); Marcelo Mindlin (Pampa); Javier Madanes Quintanilla (Aluar); Hugo Eurnekian (Corporación América y Aeropuertos Argentina 2000); Francisco De Nárvaez (Wallmart); Jorge Brito hijo (Macro); Alejandro Simón (Sancor); y Juan Martín de la Serna (Mercado Libre). En esta mesa, presidida unos días antes por la realizada por de Pedro, Massa y Máximo Kirchner con De Narváez, Brito y Bulgheroni, se ratificó el objetivo buscado por el gobierno de acordar con el FMI y “sentar las bases para un crecimiento económico del país sustentado en la inversión y generación de empleo en el sector privado” (Hugo Eurnekian a Página12; 13/10/21). ¿Cómo se genera empleo en el sector privado cuando este le pide al gobierno dar de baja la doble indemnización?

Por último, el tercer escenario gestual estuvo a cargo de Juan Manzur declarando luego de una reunión con integrantes de las corporaciones financieras GoldenTree Asset Management; NWI Management LP; Morgan Stanley, Redwood Capital Management; Invesco US; Goldman Sachs Asset Management; JPMorgan; CarVal Investors; Gramercy Management Company; PointState Argentum; Schroeders; BlackRock; VR Capital Group; M2M Capital y Fintech, que “un acuerdo positivo con el FMI es una prioridad nacional que involucra a todos los sectores de la sociedad argentina»… «esto tiene consenso adentro del Frente de Todos» y la intención del Gobierno Nacional es «llevarlo al Congreso y tener el apoyo de todos los sectores políticos para que sea aprobado allí». ¿Se podría decir que el jefe de gabinete dijo algo que las corporaciones financieras sí deseaban escuchar?

Ante esta gestualidad explícita de parte de la dirigencia del Frente de Todos en buscar un acuerdo (¿de gobernabilidad?) con el establishment económico antes del cantado resultado de las elecciones legislativas del 14 de noviembre próximo, las bases militantes son enviadas a campos de batalla distantes sin certezas de victorias por un gobierno que cruje demasiado y que tal vez deje de existir bajo los términos de la esperanza del voto por el que fue electo.

Mientras tanto, el confeti de congelar precios se da de bruces ante la realidad de la concentración monopólica de alimentos y la apertura de una Zona Franca comercial cual free shop de artículos suntuosos en la Río Gallegos que vio nacer a Néstor Kirchner, el gigante que sí supo pelear las batallas adecuadas convocando al pueblo y no a sus verdugos.

Notas:

(1) Norberto Galasso. “Perón: formación, ascenso y caída: 1893-1955. Tomo I, Ed. Colihue (2006); BsAs.

(1) Norberto Galasso. “Perón: formación, ascenso y caída: 1893-1955. Tomo I, Ed. Colihue (2006); BsAs.