Al suscribir el convenio entre México y Argentina Timerman estuvo acompañado por la directora de Asuntos Culturales, Magdalena Faillace; el presidente de la FIL, Raúl Padilla López, y la directora de este evento, Marisol Schulz Manaut. En ese marco, el canciller recordó el trabajo editorial realizado por los dos países durante la dictadura del franquismo, y cómo muchos exiliados que cruzaron el océano crearon editoriales y permitieron conocer autores ignotos hasta ese entonces, una experiencia que se repitió cuando México recibió a los exiliados de la dictadura militar. El salón del Palacio San Martín desbordaba de figuras de la cultura, entre los que se encontraban escritores como Noé Jitric y Tununa Mercado —que pasaron el exilio en tierra mexicana—, María Kodama, Guillermo Martínez, el presidente de la Fundación El Libro, Gustavo Canevaro; el presidente de la SADE, Alejandro Vaccaro, María Rosa Lojo y Leopoldo Brizuela.    «Para nosotros es un orgullo firmar este acuerdo —subrayó Timerman—, vamos a llevar lo mejor de nuestra cultura y por medio de esta fortaleceremos nuestra industria». Por su parte, el presidente de la FIL, dijo que esta invitación se suma a la de 1997 (cuando Argentina fue invitada de honor), ya que «los lazos que unen la cultura latinoamericana son sólidos y generosos». Con respecto a la Feria de Guadalajara, «el mayor encuentro de la industria cultural», su presidente destacó la presencia anual de más de 600.000 visitantes, 380.000 títulos en exhibición y unas 1.900 editoriales, con cerca de 500 presentaciones de libros y la participación de unos 600 escritores. El programa académico de la feria «acoge a lo más destacado del pensamiento, con el aporte de especialistas de distintas partes del orbe, que en 20 encuentros discuten acercan de los problemas del mundo contemporáneo». La feria, continuó Padilla López, es además un espacio privilegiado para los negocios editoriales, se cierran cada año transacciones por más de 33 millones de dólares. Y a los espacios dedicados a la industria acuden más de 20.000 profesionales de 44 países. «Es un honor para nosotros que sea invitado de honor el país líder cultural en el Cono Sur, tierra de grandes escritores como Sarmiento, José Hernández, Alfonsina Storni, Jorge Luis Borges, Ernesto Sabato, Bioy Casares, por mencionar solo algunos, una tierra donde conviven la tradición y la modernidad», apreció el presidente de la FIL.    A su vez, Faillace señaló que si tuviera que elegir una palabra para definir la FIL, ésta sería «excitante», porque a su criterio sintetiza muy bien la ebullición de la Feria del Libro de Frankfurt con la pasión de la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires». La embajadora, que evocó la figura de Carlos Fuentes, recalcó que la presencia argentina en la Guadalajara muestra el «compromiso con Latinoamérica» y elogió a México en su convicción de que «la cultura es soberanía». Aunque no pudo exponer el programa —el lanzamiento oficial de la FIL será el 8 de diciembre próximo tras la edición 2013 con Israel como invitado de honor— Faillace adelantó algunas actividades, bajo el aura de Julio Cortázar, «un escritor regocijante». «Habrá una gran exposición interactiva que incluirá películas, mesas redondas, e-books y payadas con eje en la literatura de Cortázar»; otro de los ejes «hace a la diversidad, desde nuestros paisajes a las culturas originarias».  También, agregó Faillace, pensamos en una mesa sobre Sor Juana Inés de la Cruz ya que hay tres argentinas que se alzaron con ese galardón (Tununa Mercado, Sylvia Iparraguirre y Claudia Piñeiro) y habrá un espacio importante para la literatura infantil, muy bien posicionada en la Argentina». Y prosiguió: «Además está la experiencia de nuestro programa Sur, de autores argentinos traducidos a otros idiomas, habrá un homenaje a Leonardo Favio, cruces entre arte y política, así como la reivindicación de nuestras islas Malvinas», entre muchas propuestas. Fuera de lo estrictamente literario, «la Universidad de Guadalajara organizará con rectores de universidades argentinas distintas actividades». Por último, la directora de la FIL, Marisol Schulz Manaut, calificó a este encuentro como una verdadera «fiesta cultural» y habló del puente que se establece con los escritores del país invitado de honor. En este caso, destacó, «con un país tan cercano en los afectos, sobre todo con el capital humano invaluable del exilio».