Argentina volvió a defraudar en la Copa América entregando un pobre desempeño y viéndose superado nuevamente, esta vez frente a Colombia, en el segundo encuentro del Grupo A. Fue un 0 a 0 sólo explicable por la impericia de los atacantes colombianos y la performance del arquero argentino, quien salvó la valla local en repetidas ocasiones.

El seleccionado que dirige Sergio Batista venía de empatar con Bolivia y sabía que era imperiosa la necesidad de una victoria ante el líder del grupo. Colombia, por su parte, plantó un equipo muy ordenado, compacto y rápido para contraatacar, marcando escalonadamente a Lionel Messi y aprovechando cada error en la floja defensa argentina.

El primer tiempo comenzó con el equipo nacional llevando la iniciativa pero con las llegadas claras en el arco contrario: se lo perdió Adrián Ramos abajo del arco y luego -en una doble llegada producto de un error en la salida- Dayro Moreno encontró la pelota dentro del área y no acertó a los tres palos. Increíble.

Argentina tuvo una clara a los 33: tras una genial habilitación de Messi, Ezequiel Lavezzi definió en el mano a mano pero Luis Martínez estiró su pierna derecha y contuvo el disparo. El primer tiempo se fue con un manto de dudas, Colombia había llegado con mucha profundidad y a la Argentina no se le caía una idea.

El complemento no varió salvo por el repliegue del equipo visitante. Argentina dominó la posesión del balón pero siempre intentó con arrestos individuales de Carlos Tévez o de Messi. El ingreso de Sergio Agüero no modificó la situación y Colombia tuvo, otra vez, dos muy claras: un remate cruzado y una contra de Falcao que sacó Romeo.

El final llegó inexorable, ante los silbidos generalizados de los hinchas que llenaron el cementerio de los elefantes (Brigadier Estanislao López) de Santa Fe. Ahora, Argentina tendrá que vencer a Costa Rica para no quedar afuera en el grupo donde era candidato a ganar.

«Quizás falte un 9 de área» atinó a decir Batista tras el partido. Es que Argentina carece de referente de ataque y se repite en centros sin destino que rechazan los defensores rivales. Si hasta por potencia física perdían los delanteros argentinos frente a los duros defensores colombianos. Habrá que cambiar mucho si se pretende llegar lejos en la Copa.