El pasado 6 de marzo, Sonia Pérez Llanzon, una atleta de 39 años, murió de un edema pulmonar como consecuencia de haberse inyectado vaselina en los pechos, por lo que permaneció treinta días internada en la Clínica Quirúrgica del hospital Lucio Molas de Santa Rosa, La Pampa.

Si bien en los primeros días de febrero, cuando Pérez fue hospitalizada, algunos medios se hicieron eco del caso, los médicos y la familia preservaron la identidad de la mujer y pormenores de lo que había sucedido.

Pero pasados más de 10 días, especialistas del nosocomio santarroseño rompieron el silencio y relataron a El Diario de La Pampa lo sucedido desde aquel primer día en que Sonia ingresó con unos moretones en las mamas y una inflamación en la parte del tórax, que la mujer no adjudicó a ninguna situación precisa.

“Eran como golpes”, explicó el jefe de clínica quirúrgica del Hospital, Julio Plá Cárdenas, quien relató que con el correr de las horas iniciaron las dificultades respiratorias, agravándose la situación.

Bajo las sospechas de los médicos, “primero niega todo, pero después confiesa que se aplicó vaselina”, dijo el reconocido profesional local, al mismo tiempo que subrayó que nunca había visto un caso similar.

Entonces, la mujer estaba muy comprometido: “la vaselina es un líquido oleoso, se hace con petróleo, muy denso” explicó el doctor y agregó “a través de los vasos sanguíneos llegó al torrente sanguíneo, provocando las dificultades respiratorias cuando llegó a los pulmones”. “El organismo tiene anticuerpos para remover bacterias y virus, pero con este tipo de elemento no tiene mecanismo”, precisó.

De esta manera, la inflamación inicial, se transformó en una inflamación del pulmón, agudizando los problemas respiratorios y obligando a la colocación de un respirador artificial.

Después de casi un mes de internación, Sonia Pérez Llanzón murió de una embolia pulmonar.

A pesar que la mujer confesó el implante de la vaselina, no brindó precisiones en qué circunstancias se produjo. “Ella no dijo si se inyectó la vaselina o hubo otra persona. Pero lo tenemos que saber porque puede haber otras personas en la misma situación. Y corren peligro si es así”, dijo. 

El médico aclaró que la inyección de la vaselina es una maniobra muy dolorosa. Puede requerir anestesia para su realización. Por eso sospechan que intervino otra persona.

Madre, atleta y un obsesivo gusto por la estética

Con 39 años, Sonia Pérez Llanzon era mamá de un joven de 20 años, que actualmente estudia en una escuela de cadetes de policía.

Pero, además, la mujer tenía una intensa actividad deportiva: era atleta, con logros nacionales en sus categorías hace apenas dos años, y además practicaba boxeo en forma amateur. 

“Lo que me alegra de mis logros deportivos, no son las medallas sino el transmitir a mi hijo lo bueno de hacer deporte”, puso Sonia Pérez en una red social.

De acuerdo a fuentes locales relevadas por El Diario, Sonia también cuidaba su figura y su estética, por lo que el año pasado sufrió quemaduras de tercer grado por tomar sol.