Pese a que los senadores de la oposición se habían retirado para dificultar el quórum, el plenario de las comisiones de Presupuesto y Hacienda, Economía Nacional e Inversión, y Justicia y Asuntos Penales dictaminó favorablemente sobre el proyecto de blanqueo de capitales que impulsa el Gobierno. 

La iniciativa tendrá una sola modificación con relación a cómo llegó desde el Ejecutivo. Según anticipó el jefe de la bancada kirchnerista, Miguel Ángel Pichetto, esa modificación se hará directamente en el recinto, el miércoles que viene, cuando el proyecto sea tratado por el plenario de la Cámara alta en una sesión especial, según el pedido ya formulado por el bloque del Frente para la Victoria.

Según el senador rionegrino, “se agregarán dos aclaraciones para excluir de la exteriorización de activos a ascendientes y descendientes de funcionarios, condenados, procesados e imputados por ciertos delitos”. 

Presidida por Aníbal  Fernández en su condición de titular de la comisión de Presupuesto y Hacienda –cabecera del proyecto-, la reunión venía de un cuarto intermedio del jueves último, cuando el Senado comenzó a analizar el tema. Esta vez, y a pedido de lo senadores de la oposición, concurrieron como invitados varios expertos en economía, finanzas, inversiones y medidas de control antilavado: todos ellos criticaron el proyecto.

Los puntos más destacados de esas críticas tuvieron que ver con la falta de confianza de los eventuales inversores en el rumbo de la economía, lo cual no alienta muchas esperanzas respecto de que  el blanqueo tenga éxito. Pero lo más importante, y a la vez preocupante, que plantearon los críticos, es que dicho blanqueo les abriría la puerta a capitales provenientes de actividades ilícitas, facilitando así su radicación definitiva en la Argentina.

Precisamente esto último fue señalado por uno de los invitados, Roberto Durrieu, quien alertó sobre la posibilidad de que “de que el crimen organizado vea en la oferta pública una ventana para introducirse en la Argentina”. Según el expositor, “se quieren traer los fondos de los evasores, pero por contradicciones en las cláusulas del proyecto se puede permitir que venga la delincuencia organizada”. , insistió. 

Para Durrieu, “No es cuestión de un gobierno o dos, porque una vez que el crimen organizado entró, reconstruir la ruta del dinero que fue legalizado es muy difícil”. Y recordó luego que “tras el blanqueo de 1992, la Justicia detectó que entre 1993 y 1996 entraron a la Argentina los dos carteles de la droga más grandes que había en ese momento: el de Juárez y el de Medellín”.

Otro duro crítico del proyecto oficial fue el ex secretario de Finanzas durante la gestión de Roberto Lavagna al frente de Economía. Guillermo Nielsen aseguró que la desconfianza en la política económica del Gobierno llega a tal punto que “en las últimas semanas se está dando incluso el vaciamiento de las cajas de seguridad de los bancos, los que ya tienen el 30% de esas bóvedas, ociosas”, afirmó. Y recordó que en el blanqueo de 2008 “se presentaron unos 4.000 mil millones de dólares”, cuando la medida se realizó en el marco de una situación  económica y de expectativas “mucho más favorables” que las de hoy.

Pese a esas y otras críticas –también fueron duros el titular del banco Ciudad, Federico Sturzenegger, y el Auditor General de la Nación, Leandro Despouy, los senadores del oficialismo lograron reunir los votos necesarios. Y todo indica que el miércoles venidero el proyecto será aprobado por la Cámara alta.