Desde el boliche Kryon de Santa Rosa, La Pampa, negaron su implicancia en el hecho de discriminación y agresión que sufrió el joven Damián Marsero durante la madrugada del sábado pasado, y en cambio, apuntaron a la policía.
Fernando Pippen, un empleado de seguridad del local nocturno a quien se acusa de discriminar a Marsero, realizó su exposición ante la Comisaría local, en la que aseveró que no discriminó a nadie mientras que confirmó que “a Damián le pegó la Policía en la calle”.
“Es a mí a quien acusa de decirle putito de mierda. Una mentira que, desgraciadamente, muchos se han creído de parte de este mentiroso, que está bajo tratamiento psiquiátrico”, dijo Pippen en las redes sociales respecto a las declaraciones formales que realizó.
El patovica aseveró que él únicamente se limitó a pedirle que se retirara del boliche “al verlo borracho y chocándose gente”. “Respondió basureándome, mientras me refregaba en la cara sus credenciales con las cuales acusaba ser comisario y persona de las Fuerzas Especiales Armadas”, dijo.
“Me repitió que no se había chocado a ninguna chica, ya que no le gustan las mujeres. Un argumento incoherente que repitió en tres o cuatro oportunidades”, sostuvo y recordó que le respondió “todo bien. No soy homofóbico”.
Finalmente, relató que “siguió refregándome en la cara sus credenciales” y “sus amigas terminaron por llevárselo del brazo”. “Afuera de Kryon roció con gas pimienta a quienes estaban en la puerta, por eso la Policía le cayó encima. Así que antes de comentar estupideces deben saber que NADIE de KRYON lo trató mal ni lo discriminó”, completó Pippen.
La denuncia de Marsero
Como lo denunciara el pasado domingo, para Damián Marsero, de 29 años de edad, contador, expiloto y actual integrante de las Fuerzas Armadas como Comisario de Abordo, los hechos se sucedieron de forma muy distinta.
Según afirmó ante El Diario de La Pampa, el pasado sábado a la madrugada recibió una brutal golpiza policial luego de un incidente ocurrido en el interior del boliche Kryon.
Todo se desencadenó luego de que un patovica del pub santarroseño vio que Marsero le pegó “una cacheta en la cola” a su hermana, contó el joven.“Si volvés a faltarle el respeto a una mujer te saco”, le habría dicho Pippen a lo que Damián respondió: “No te confundas, es mi hermana… además quedate tranquilo que no me gustan las pibas”.
Lejos de quedar todo ahí, el guardia de seguridad le devolvió un insulto discriminatorio: “¿Así que sos un putito de mierda?”. Estupefacto por la respuesta, el muchacho salió a la vereda a denunciar el insulto ante el propietario del lugar pero el hombre no le dio importancia a lo sucedido.
Cuando el joven quiere regresar al pub, le cortan el paso, lo que generó una discusión y forcejeo en la que intervinieron una mujer policía y su compañero que estaba cumpliendo adicionales.
“En un momento le digo que soy miembro de las Fuerzas Armadas Argentinas…entonces me dice vos me están chapeando así que te voy a meter preso», destacó.
«Después llega un móvil policial donde se baja un policía, me tira al piso sobre el asfalto, me empieza a raspar toda la cara y me golpea de una manera salvaje…incluso hasta me tiran gas pimienta en los ojos y en la cara, eso me deja muy mal y hasta me hace vomitar», denunció.
De acuerdo a su relato, luego fue trasladado a la Seccional Tercera, donde estuvo incomunicado hasta las nueve de la mañana del sábado, cuando fue llevado al hospital (esposado) donde lo revisó un profesional y le diagnosticó desprendimiento de córneas, lesiones en el cráneo y golpeas en el rostro y diferentes partes del cuerpo. Además, tiene esquince en los tobillos motivo por el cual tiene que usar muletas.
Damián recién fue liberado, ante la presencia de su padre, alrededor de las 11:00 horas. «Encima cuando me devuelven mis pertenencias, me faltó un reloj, unos 200 pesos de adentro de la billetera y una pulsera roja sin valor económico pero sí mucho de sentimental», apuntó.
La causa
El fiscal Fernando Rivarola recién este miércoles obtuvo la causa de Marsero en sus manos, ya que según admitió en diálogo con el mencionado diario las autoridades de la Seccional Tercera nunca le mencionaron que el muchacho estaba golpeado “de la manera en que después lo veo en las fotos”.
Si bien el funcionario judicial no quiso dar mayores precisiones sobre el caso, indicó que en un primer momento se le había imputado al joven el delito de “atentato y resistencia a la autoridad” y que había ordenado su detención. Después lo liberó cuando el padre se presentó en la Seccional Tercera y adujo que su hijo tenía “problemas psiquiátricos”.
Rivarola también explicó que lo sucedido entorno al caso tendrá dos causas judiciales independientes. “Una cosa es el delito que se le acusa a este muchacho y otra cosa lo que denuncia…seguramente va a ser dos expedientes distintos”.
Vale remarcar que el Caso Marsero ya tiene a dos policías de la Seccional Tercera sumariados: un oficial principal de apellido Pereyra y un agente apellidado Flores, según fue confirmado por el jefe de La Unidad Regional I, comisario general José Luis Vota.
Vota también fue el encargado de repetir ayer la versión policial: “este joven Marsero había tenido un inconveniente y les había arrojado gas pimienta” a los uniformados por lo que piden refuerzos y lo llevan detenido.