Hemos presentado una denuncia ante la secretaría general para que sea distribuida a todos los Estados miembro», explicó el embajador boliviano ante el organismo multilateral Sacha Llorenti, en declaraciones a Radio del Plata.

Morales viajó junto a su comitiva oficial a la capital rusa, Moscú, para participar del Foro de Países Productores de Gas y cuando retornaba, el avión presidencial debió a aterrizar en Viena debido a que los gobiernos de Italia, Francia y Portugal le negaron el acceso a su espacio aéreo.

Según las autoridades bolivianas, el presidente tuvo que permanecer 13 horas en Viena porque había «una infundada sospecha» de que en la misma aeronave se transportaba al fugitivo estadounidense Edward Snowden.

Ricardo Martínez, encargado de Negocios de Bolivia en Austria, dijo a FM Rock and Pop que se trató de «una vulneración total y una amenaza total al derecho internacional».

«Es un retroceso en cuanto a la convivencia pacifíca que tenemos los Estados, es un atentado en cuanto al avance que hemos tenido de las normas del derecho internacional, incluso del derecho humano de poder transitar por un cielo sin que existan sospechas o pueda ser detenido durante 13 horas por sospechas», expresó.

Cuestionó «que algunos Estados puedan tomar actitudes tan arbitrarias obligando a un presidente, o a cualquier ciudadano, a esta situación, llevándolo inclusive a riesgo de su propia vida».

Martínez agregó que las autoridades involucradas «no pidieron disculpas» y que Bolivia está «a la espera de las explicaciones o los motivos por los que estos países tuvieron que revocar los permisos de vuelos, han habido versiones extraoficiales pero no hubo motivos oficiales».