Política

Capitanich criticó el informe del FMI por «el sesgo de ajustes permanentes»

El Jefe de Gabinete, Joprge Capitanich afirmó que las recomendaciones del FMI nunca cambian y pasan por ajustes permanentes que perjudican el sostenimiento integral de los países. "Ahora no le debemos un dólar y, por lo tanto, no puede condicionarnos", destacó.

El Jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, destacó hoy que la Argentina no le debe un solo dólar al Fondo Monetario Internacional (FMI) y, por lo tanto, no puede condicionar el ejercicio de la política económica, y señaló que las recomendaciones del organismo financiero internacional nunca cambian y pasan por ajustes permanentes  que perjudican el sostenimiento integral a los países.

Lo expresó esta mañana, en conferencia de prensa en la Casa de Gobierno, al ser consultado sobre el último informe del FMI que, agregó, tiene una metodología de base de análisis que es anterior al cambio de base de esa metodología.

Expresó que no es extraño el sesgo ideológico de análisis del organismo, que pasa –dijo- por predecir las peores catástrofes que no se producen y promover optimismos que nunca se ejecutan. Recordó, en tal sentido una frase que el dirigente peronista  John William Cooke le dedicaba al dirigente de derecha Álvaro Alsogaray: ‘prometen primaveras que nunca llegan e inviernos implacables que nunca fallan’.

Capitanich puso de relieve que es importante señalar lo que ha significado el FMI para la Argentina, pues sus recomendaciones han generado la peor crisis social, productiva, económica, fiscal y financiera de la historia argentina. Son los mismos técnicos ahora,  con el mismo sesgo ideológico, que  impulsan estos informes, dijo.

Afortunadamente, agregó, con la decisión adoptada por Néstor Kirchner durante su presidencia a partir de 2003, que ha continuado la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, de tener autonomía  en las decisiones económicas,  ahora no le debemos un dólar al FMI, que no puede condicionar el ejercicio de ninguna política económica,  que tienda a garantizar -como lo estamos haciendo, dijo-  la  inclusión social, mayor equidad y distribución del ingreso.

Creemos que –agregó el Jefe de Gabinete- independientemente de este sesgo de análisis, de sus pronósticos, que no coinciden con los analistas del Banco de Integración y Desarrollo (BID), de otros bancos de inversión y de otros analistas económicos,  su rol más importante debería haber sido el de apoyar un proceso de reestructuración voluntaria de deuda que la Argentina ha liderado.

Pero, dijo Capitanich, por imposición y presión de banqueros y de los fondos buitre, no hizo nada a favor de la Argentina.

El rol que le corresponde –insistió- es el de salvaguardar el proceso de reestructuración voluntaria de deuda, respetando la soberanía de los países.

Además observó que los tenedores de los fondos buitre no son tenedores de deuda originaria y representan menos del 1% de casi el 7% total de tenedores de deuda que no han adherido al canje, en tanto el 93% de tenedores de deuda ha adherido.

Agregó que esos fondos que han accionado judicialmente en contra de la Argentina,  han alterado el principio de reestructuración voluntaria  y, dijo,  ahí debería estar el FMI, apoyando, defendiendo el proceso de reestructuración voluntaria de deuda. No lo hizo. En síntesis –agregó-, el sesgo ideológico del FMI nunca ha cambiado, sus recomendaciones nunca han cambiado, con ajustes interminables que perjudican el sostenimiento integral a los países.