El local, situado en Varela 64, estaba habilitado como bar, pero servía para contratar ilegalmente un «servicio de alternadoras, por lo había sido clausurado en tres oportunidades por irregularidades. 

En reiteradas oportunidades, los agentes constataron que el local era el lugar donde se realizaban los contactos con los clientes para el posterior ejercicio de la prostitución en un edificio contiguo. 

Por «desvirtuación de rubro», la AGC procedió a revocar la habilitación comercial de manera definitiva. 

Además, clausuró el local por incumplir las normas vigentes relativas a la habilitación, higiene, salubridad y seguridad. 

El director Ejecutivo de la AGC, Juan José Gómez Centurión, explicó que «las habilitaciones comerciales constituyen un derecho que se otorga para ser ejercido legítimamente. 

Por eso, una revocación como ésta fortalece el sistema de habilitaciones comerciales de la Ciudad, al establecer reglas claras para el uso legítimo de cada actividad comercial, y mejorar en tal forma la prevención y el control». 

Según una información de la AGC, con la colaboración de la Policía Metropolitana y la Subsecretaría de Derechos Humanos y Pluralismo Cultural, se clausuraron más de 100 locales relacionados al ejercicio ilegal de la prostitución en la Ciudad de Buenos Aires.

Fuente: La Alameda