A 68 días del derrumbe que dejó atrapados a 32 chilenos y un boliviano en la mina San José, comienza la cuenta regresiva. Ahora es sólo cuestión de horas para que regresen a la superficie y se reencuentren con familiares y amigos que han permanecido todo este tiempo en el campamento Esperanza.  M. FERNÁNDEZ, A. IBARRA Y S. NEIRA COPIAPÓ.- Cuando anoche el frío del desierto de Atacama volvía a dominar el campamento Esperanza, el ambiente se podía definir con una palabra: expectación.Tres mil personas coparon el lugar, en su mayoría periodistas, todos con la certeza de que ya no faltan días para rescatar a los 33 mineros atrapados en el fondo de la mina San José. Su retorno a la superficie, a través de 622 metros, es cosa de horas.»Vamos a estar preparados y para iniciar el proceso de rescate a partir de las 0 horas del día miércoles, en la medida en que exista la adecuada concreción de los logros que están planificados», dijo el ministro de Minería, Laurence Golborne. Sin embargo, según cercanos a las faenas de rescate, a las 20 horas de hoy debiera iniciarse el operativo, con el descenso de la cápsula de rescate «Fénix», que probará el ducto sin tripulantes. Si no hay problemas, luego podrá descender el primer rescatista.En total serán cuatro los rescatistas en descender, los que llevarán medicamentos para tratar hasta infartos cardíacos.PlazosLa hora exacta del inicio del operativo dependerá del tiempo de fragüe de la losa de hormigón sobre la cual se instalará el huinche que traerá a la superficie a los mineros, que terminó de ser armada anoche pasadas las 22 horas. Ciento veinte minutos antes, el personal médico que atenderá a los mineros quedará «acuartelado», a la espera de la sirena que le avisará al campamento el momento en que el primer minero salga del socavón.La jornada completa fue de frenética actividad en la mina. A las 2 de la mañana, el proceso de encamisamiento del ducto mostró inconvenientes al tratar de introducir el décimo de los quince tubos de seis metros que se iban a instalar. Esto obligó a dejar el encamisado sólo en 54,58 metros de profundidad y asegurarlo con una plataforma metálica en la superficie. Un tercio menos de los 96 metros previstos en un inicio.A las 5 de la mañana se hizo descender la cápsula a través de un improvisado sistema de izado que usó la misma T-130 que perforó el ducto. El resultado fue exitoso: la «Fénix» llegó a 610 metros sin problemas.Por la mañana y entre aplausos, la T-130 fue desmontada y retirada de la mina. En una verdadera procesión, con cánticos incluidos, los familiares y la prensa presentes acompañaron su recorrido hasta la salida del campamento. En paralelo, avanzaba el montaje del mecanismo de izamiento y en el hospital de emergencia los médicos, enfermeras, paramédicos y psicólogos que recibirán a los «33» iniciaban una inducción para la agitada jornada que parte hoy. «Estamos totalmente preparados. Nos falta sólo traer al Dr. House», bromeó la doctora Lilian Devia, quien hará la primera revisión a los rescatados.Según René Aguilar, gerente de Riesgos Profesionales de Codelco, en un cálculo conservador, la cápsula tardará 20 minutos en bajar, 20 minutos en prepararse y otros 15 en emerger. En total, 55 minutos por cada minero rescatado.Tras salir y ser chequeados médicamente, serán trasladados al Hospital Regional de Copiapó en helicópteros, en un trayecto que dura 8 a 10 minutos en el día y 12 en la noche.5 de agostoSe registra un derrumbe en la mina San José, de propiedad de Minera San Esteban Primera. A las 14 horas, 33 mineros quedan atrapados a 700 metros de profundidad.22 de agostoUna máquina de sondaje logra romper el techo de una galería y los mineros envían un mensaje que señala que están todos bien en el refugio.5 de septiembreComienza a perforar la roca la máquina Schramm T-130, que debe avanzar 624 metros para construir un ducto de 66 centímetros por el cual puedan ser evacuados los mineros. Seis días antes había partido la Strata 950 y el 19 de septiembre partió la petrolera Rig 421.9 de octubreLa Schramm T-130 (Plan A) rompe el techo del taller y parten los trabajos de encamisado y pruebas de la cápsula de rescate de los mineros, a partir de mañana miércoles en la madrugada.

Según el diario La Tercera, media hora, aproximadamente, será el tiempo que demorará en salir cada uno de los 33 mineros que están atrapados desde el pasado 5 de agosto en la mina San José, a raíz de un derrumbe en el yacimiento. El ministro de Minería, Laurence Golborne, dijo ayer que a las cero horas del miércoles partirá el operativo -con el ingreso del primer rescatista-, la última fase de la operación San Lorenzo y que contará con la presencia del Presidente Sebastián Piñera. «Esperamos iniciar el proceso de rescate a partir de las cero horas del día miércoles», dijo el secretario de Estado. No obstante, no se descarta que parta unas horas antes. «Si se pudiera adelantar, sería maravilloso, pero tomaremos todo el tiempo necesario para asegurar la adecuada concreción de estos planes en un rescate seguro», dijo Golborne.El anuncio provocó emoción y nerviosismo en los familiares de los mineros en el campamento Esperanza, donde crece la expectación por el rescate, el primero de estas características en el mundo.Los obreros serán sacados uno a uno en una cápsula metálica, que sería la «Fénix 2″, por un ducto de 622 m de profundidad. El recorrido durará poco más de 10 minutos, considerando el avance de la cápsula en un metro por segundo. A esto se deben agregar otros 10 minutos para preparar e instalar a cada minero.Golborne dijo que, en total, el operativo de rescate podría durar unas 48 horas y que no hay preferencia en iniciarlo de día o de noche. Sin embargo, algunas fuentes de gobierno sostienen que la evacuación total de los mineros duraría menos de 24 horas y, si no hay contratiempos, se extendería sólo por 18 horas.Ayer, a las 5.00 horas, se realizó la primera «prueba de detalle» con la cápsula Fénix 1 -de mayor tamaño- en el ducto, que fue encamisado con un tubo metálico en los primeros 56 m, como protección ante eventuales derrumbes. La cápsula recorrió 610 m del pique y fue probada con carga. Llevaba una cámara y una máquina que midió el nivel de oxígeno. La conclusión fue que los mineros no tendrán problemas con el aire.»Los resultados fueron muy promisorios, muy positivos, la cápsula se comporta muy bien en el ducto. Se adapta, no existe bamboleo ni caída de piedras», dijo Golborne.Con esto se pasó el principal obstáculo, porque hasta ahora no se sabía cómo se comportaría la jaula en el ducto.El primero en bajar será un rescatista minero, probablemente de Codelco, para que entregue información certera sobre el estado de la cavidad. Enseguida se sacará al primer minero y bajará un rescatista enfermero. Luego será izado a la superficie el segundo minero. En total, cuatro serán los rescatistas que estarán al interior de la mina y cumplirán turnos de 12 horas, en parejas, para ayudar a los trabajadores.Los especialistas trabajaban anoche contra el tiempo en el armado de la máquina austríaca Ostu-Stettin, que será la encargada de izar la cápsula y hacerla descender. Una vez en la superficie, cada trabajador será trasladado a un recinto médico de campaña, donde será estabilizado por unas dos horas, y luego a un sector donde podrán reunirse con sus familiares unos minutos. Luego, serán trasladados en helicóptero al Hospital de Copiapó, recinto en el cual permanecerán al menos 48 horas bajo observación.Mientras se labora en la superficie, al interior de la mina los 33 atrapados iniciaron la construcción de una tarima especial, donde recibirán a la cápsula Fénix. También terminaron de enviar las pertenencias que tenían al interior de la mina a sus parientes.Los mineros siguen una dieta en base a suplementos alimenticios, además de asistencia sicológica para disminuir el nerviosismo. A seis horas del rescate sólo ingerirán líquidos. Ayer, familiares de los mineros dijeron que sus parientes no querían ser llevados al Hospital de Copiapó, hasta que salga el último de la mina, esperando que la operación termine con éxito.