El sueño se hizo realidad. Desde ayer, la provincia de Chubut cuenta con un nuevo servicio turístico que muy pronto se convertirá en la vedette de la temporada de ballenas.

A las 12 en punto, el buque semisumergible “Yellow Submarine” ofreció su primera excursión en Puerto Pirámides. La embarcación operó con la totalidad de los lugares disponibles y brindó un show magnífico durante los 90 minutos de paseo por el Golfo. Fue un día ideal para la navegación, con cielo despejado, 21 grados de temperatura, sol a pleno y excelente visibilidad en el mar.

Por primera vez, los visitantes pudieron ver a los cetáceos en su medio natural, un concepto novedoso dentro de una actividad que ya lleva más de cuatro décadas en la zona.

La nave fue construida en acero naval y tiene una eslora de 15,20 metros, una manga de 4,00 metros y un calado: 2,10 metros. Cuenta con una cabina submarina con capacidad para 40 personas (20 por lado) y una visibilidad de 360° en cubierta. El buque es impulsado por dos motores Mercury Verado de 275 hp cada uno y la velocidad de crucero es de 6 nudos.

Como novedad, la nave cuenta con hidrófonos de última generación para escuchar los sonidos de las ballenas.

Entre los privilegiados que participaron del “bautismo” del Yellow Submarine se encontraban turistas que visitaban la Península por primera vez y algunos vecinos de la zona que llegaron expectantes por conocer la experiencia de ver a las ballenas en su hábitat.

Una experiencia sin igual El resultado fue espectacular, no solo por la experiencia de ver a las ballenas en su hábitat natural sino por el disfrute de ver los movimientos de los cetáceos debajo del agua y tomar verdadera dimensión del tamaño del animal. Una madre con su cría y un grupo de cópula en apareamiento hicieron la delicia de las 40 personas que contrataron el primer servicio de la temporada.

Durante la temporada baja –termina el 30 de agosto- el Yellow Submarine hará una salida diaria al mediodía, en la cual los pasajeros podrán realizar un avistaje tradicional desde la cubierta del barco o bien bajar hacia la quilla sumergible donde a lo largo de la embarcación hay dispuestos 20 asientos a cada lado del buque con sus respectivas ventanas vidriadas que permitirán la observación subacuática de los cetáceos.