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Comunidades indígenas denuncian desmontes en el impenetrable

La región del interfluvio Teuco-Bermejito se está convirtiendo en un desierto con consecuencias impredecibles para el medio ambiente. Así lo denunció la asociación Meguesoxochi, la cual sostiene que la idea de los criollos es “hacer pampa para sembrar”. Las irregularidades se detectaron en tierras que pertenecen a la comunidad, violando especies de carandá, palo santo y quebracho colorado.

En un clima de tensión, dirigentes de comunidades indígenas de El Impenetrable chaqueño denunciaron que varias familias realizaron un desmonte en la zona del interfluvio Teuco-Bermejito con la finalidad de hacer “pampa” para la siembra de cultivos.

En diálogo con el diario El Norte, Zenón Cuéllar, presidente de la asociación comunitaria Meguesoxochi, confirmó que hizo una presentación en la comisaría del Espinillo, el Instituto de Colonización, el Senasa y la Dirección de Bosques alertando de estas irregularidades. 

Según explicó, el hombre constató la existencia de un deslinde el martes último mientras realizaba una recorrida por la zona en el que se encuentran plantados 120 postes de la especie carandá y palo santo.

Allí, observaron la existencia de un desmonte de cuatro hectáreas aproximadamente y en uno de esos campos al tractor FIAT 780 compuesto por una pala de desmonte, tipo topadora, el cual habría sido utilizado para derribar 81 postes de la especie carandá, palo santo y quebracho colorado.

La preocupación de la gente de la zona es porque “los criollos siguen violando lo que es el tema de las tierras comunitarias. Los criollos están haciendo esos trabajos sin consultar a la asociación y ni a la Dirección de Bosques, la repartición competente”, explicó Cuéllar, aclarando que esas tierras pertenecen a la asociación.

“No puede ser que se esté desmontando para hacer chacras en un lugar que nosotros venimos cuidando hace tiempo para preservar nuestro monte, es una crueldad lo que están haciendo”, agregó.

Asimismo, el representante de la comunidad indígena aseguró que estas familias criollas que viven dentro de las 150 mil hectáreas no tiene autorización para realizar ningún tipo de trabajo, ya que se trata de una zona amarilla donde está prohibido el desmonte, por lo que se accionó penalmente contras varias familias criollas que tienen sus viviendas en ese lugar, entre ellas Oscar y Raúl Roldán.

“Estamos muy preocupados por lo que está ocurriendo en la zona, porque estos criollos no están respetando a la asociación, son rebeldes, y esto no puede continuar así, queremos preservar el monte y trabajarlo a conciencia y con autorización y no en forma deliberada como lo están haciendo estas familias, es una situación muy grave y queremos que se revierta”, dijo Cuéllar.

Desde hace cinco años desde la Asociación están tratando de que estas familias que aún permanecen dentro de las 150 mil hectáreas sean reubicadas, pero que hasta la fecha no pudieron conseguir que eso ocurra.