Política

«La creación de trabajo decente debe ser el norte del trabajo del G20″

Al abrir un seminario, el canciller Timerman destacó que "las políticas macroeconómicas del G-20 deben tener como objetivo central la creación del empleo". Asimismo añadió que "el gobierno argentino tiene la convicción de que la inclusión social debe estar en el centro de las relaciones internacionales por su contribución a la paz".

Timerman destacó la promoción del trabajo.

El canciller Héctor Timerman abrió el seminario del G 20 sobre “consistencia entre las políticas macroeconómicas y laborales” en el Palacio San Martín, donde destacó la necesidad de coordinar las políticas económicas con las políticas de empleo. 

 

«El gobierno argentino tiene la convicción de que la inclusión social debe estar en el centro de las relaciones internacionales por su contribución a la paz», afirmó Timerman al abrir su disertación. 

 

Asimismo marcó que «la creación de trabajo decente debe ser el norte del trabajo del G20″, y describió al empleo digno como aquel «libremente elegido; con igualdad de oportunidades; salarios justos, condiciones laborales seguras, y con seguridad social».

 

Timerman recordó que fue la presidenta Cristina Fernández quien propuso la incorporación de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), al comenzar la crisis financiera internacional, porque «era necesario incorporar la voz de los trabajadores». 

 

El funcionario estuvo acompañado por el ministro de Economía, Hernán Lorenzino, la presidenta del banco Central de la república Argentina (BCRA), Mercedes Marcó del Pont, el ministro de Trabajo, Carlos Tomada y la ministra de Trabajo y Protección Social de la Federación Rusa, Máxim Topilin.

 

A su turno, el ministro de Economía, Hernán Lorenzino, aseguró que distribución del ingreso y la lucha contra la pobreza, debe ser eje de trabajo del G20. «Desde nuestra perspectiva no hay espacio para el desarrollo sin inclusión y sin igualdad», remarcó el funcionario y señaló que la «protección del trabajador, debe ser tomado como ingrediente esencial de cualquier estrategia de crecimiento».

 

«Para poder alcanzar ese objetivo es necesario un Estado presente que cumpla con el rol central de que todas las personas tengan acceso a las cuestiones esenciales para salir de la pobreza. El Estado debe ser ese actor que piensa en las actualidad y en las generaciones futuras», reflexionó Lorenzino.

 

El ministro de Economía señaló que hay cambios en las políticas económicas del G20 principalmente «en el campo financiero. Hoy los países centrales están implementando políticas monetarias no convencionales», que incluyen «una apuesta a la regulación estatal».

 

Sin embargo remarcó que «para poder generar una salida a la crisis cíclica que comenzó en 2008, es necesario que las política macroeconómica impulse la creación de empleo».

 

Por su parte, la titular del Banco Central, Mercedes Marcó del Pont, marcó una «dicotomía en los países centrales entre el énfasis que han puesto en la problemática del empleo y los hechos concretos. La situación, a seis años del comienzo, es bastante decepcionante pero también en términos de horizonte de desenlace de esta crisis».

 

Marcó del Pont reflexionó que «las políticas no convencionales que se han planteado en muchos países han sido exitosas a la hora de lograr estabilidad financiera» pero afirmó que «los ingentes recursos para evitar que cayeran los precios de los activos financieros, no tienen ninguna proporción a los recursos que se han destinado a mantener el empleo».

 

La titular del BCRA señaló que la Argentina dio vuelta «esa lógica, para aplicar políticas en las que se crece a partir del mercado interno y del empleo. El ajuste lo que hace es profundizar las condiciones de la crisis que está vinculada a la insuficiencia en la recuperación de la demanda».

 

Además, llamó la atención sobre que «no es lo mismo que el consumo crezca a partir del crédito que del aumento de los salarios y del aumento del empleo».

 

Marcó del Pont aseguró que es necesario que los Bancos Centrales dejen de pensarse sólo desde la política monetaria y se incorpore en mantenimiento del empleo, del crecimiento y de la inclusión. «Contamos con más instrumentos de política económica, para recomponer el canal del crédito. Tenemos que pensar cómo se hace para que esos recursos que se están generando desde los Bancos Centrales se destinen a la economía productiva», planteó.

 

En tanto, el ministro Carlos Tomada explicó que Cristina Fernández «se esfuerza por hacer realidad un crecimiento sustentable con inclusión social. Hemos vivido no sólo la inclusión de la OIT al G20 sino que también estuvimos cuando nuestra Presidenta junto con el ex mandatario de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, rechazaron la flexibilidad laboral como mecanismo para la generación de empleo».

 

«Todo quienes estamos aquí somos conscientes de la importancia del empleo» como «la mayor fuente de dignidad y soberanía, pero sabemos también que dentro de la política de ingresos, es el empleo el principal factor que alimenta la economía y que alienta las expectativas de inversión», finalizó Tomada.

 

Todos los funcionarios argentinos agradecieron a la Presidencia de Rusia del G-20 por haber convocado  al encuentro y por aceptar que se organice en la ciudad de Buenos Aires. Además, reconocieron a la actual presidencia de Australia por continuar con la iniciativa. «Vamos a continuar trabajando en la generación de trabajo como eje para salir de la crisis en la próxima reunión del G-20 que se realizará en Australia», remarcó Tomada.

 

Cerró este primer encuentro del seminario sobre «Consistencia entre las políticas macroeconómicas y laborales» la ministra de Trabajo y Protección Social de la Federación Rusa, Máxim Topilin.

 

Posteriormente Tomada recordó que la presidenta, Cristina Fernández, en la reunión del G20 realizado en Londres propició la incorporación de la OIT junto con Lula y «rechazó expresamente la posibilidad de utilizar la flexibilidad laboral como mecanismo para generar empleo».

 

Asimismo agregó que «es necesario reunirse para debatir sobre la necesaria consistencia que debe haber entre la política económica y el empleo, y las políticas  macroeconómicas y la vida cotidiana de los ciudadanos a través del trabajo».