Internacionales

La crisis en Egipto

La crisis en Egipto suena lejana y cercana al mismo tiempo, es también la demostración de un doble discurso del que la mayoría de los medios se hace eco. El Mensajero Diario, fiel a su compromiso con la información, desea aportar a sus lectores distintas voces sobre el conflicto, son solo algunas pero acercan un panorama más esclarecedor.

El hombre que sostiene Tahrir.

Egipto: Gráfica de una desconexión anunciada Geraldine JuárezHay eventos que marcan la historia y el día de ayer fue uno de ellos, el apagón al internet egipcio se recordará tristemente. Irónicamente, Egipto considerada la cuna de la civilización occidental, es también ahora la prueba de la incivilización política. Afortunadamente los egipcios no piensan darse por vencidos y no queda la menor duda de que Mubarak es un dictador que ahora tiene un asunto más del cual rendir cuentas: la desconexión del internet.ALT1040 informó ayer del momento de la desconexión, ahora ya tenemos datos más exactos. No hay que olvidar que la desconexión sucedió después de que en Twitter se reportaba un bloqueo en el servicio de SMS y Blackberry. Bloqueos a Facebook y Twitter también precedieron el apagón. En IRC y en Twitter durante todo el día hubo rumores acerca de la posible desconexión total, debido a la protesta masiva que tendría lugar el día de hoy. Al mismo tiempo Access Now pedía donaciones de ancho de banda para Egipto.Jake Appelbaum -desarrollador de TOR- actualizó sus pruebas de traceroute para encontrar cuál era el problema. Afirma que esta desconexión fue intencional. Arbor Networks publicó el día de hoy una gráfica que indica que a las 17.20 EST, el tráfico hacia y desde Egipto a través de ochenta diferentes ISPs, simplemente se desplomó. Solo hace unas horas en Twitter comenzó a correr la versión de que el gobierno bloqueó sus servidores DNS, y se pide utilizar el de Google para saltar la censura. Detalles más, detalles menos, Egipto apagó el internet por razones políticas.No es la primera vez que se desconecta a un país o región, Burma fue desconectado el 27 de septiembre del 2007 por protestar contra su gobierno. China desconectó la región de Xinjiang en 2009 durante siete meses como medida para evitar las protestas. Las implicaciones de la desconexión a la red en un momento de crisis son gravísimas: significa apartar a millones del mundo y encerrarlos en un cuarto oscuro.¿Que pasaría si la censura no fuera solo un acto de violencia gubernamental sino un crímen? Tonterías como la Ley Sinde o ACTA que pretenden ofrecer un marco legal para bloquear webs y desconectar individuos para proteger un régimen de propiedad, equivale hacer lo mismo que el régimen de Mubarak hizó ayer pero con una máscara de la democracia bien puesta. Los gobiernos -especialmente el de Estados Unidos- deben dejar de balbucear dobles discursos acerca del internet y la libertad de expresión, al mismo tiempo que se declara que Mubarak no es un dictador.El internet tiene que ser reestructurado urgentemente de alguna forma que permita evitar técnicamente que un dictador como Mubarak ordene a Vodafone o cualquier otro ISP desconectar a sus ciudadanos. Pero en una dictadura, la ley -a diferencia del internet- no tiene mucho que decir, no es sorpresa que la escena blogger sea tan sólida en Egipto, ni que Mubarak haya decidido atacar directamente al internet.

 

El hombre que sostiene TahrirPor: Ramón Lobo El Pais-EspañaYANNIS BEHRAKIS (REUTERS).La foto. No son necesarias grandes multitudes para dibujar la dignidad. La plaza Tahrir es escenario y fortaleza simultánea, exhibe rabia y esperanza. Tras El día de la despedida, el despedido Mubarak resiste, trata de comprar tiempo. ¿Y ahora, qué?, se preguntan los manifestantes. Ahora, más paciencia, perseverancia.En esta foto de Yannis Behrakis, un veterano de Bosnia-Herzegovina y superviviente milagroso a la emboscada que mató en mayo de 2000 a Kurt Schork y Miguel Gil en Sierra Leona, es hermosa. Podría ser un vigía en el palo mayor, el encargado de gritar «tierra», o «se va, se fue». Pero no lo es, se trata de un hombre cuya misión es hacer visible la plaza a Egipto, levantarla al cielo para que todos sepan donde está el destino. Levanta la plaza para que otros puedan buscar playas debajo de los adoquines.El hombre agita una bandera egipcia y parece sostener un candil gigante para que la gente-barco pueda sortear los bajos de la costa y los controles militares. Junto a la luz, una botella de agua, que el trabajo de sostenedor de plazas debe de ser agotador.Son tiempos de brega, de gritos, rezos y abrazos; de lágrimas, muertos y heridos. Las revoluciones son así, dolorosas. Tras su triunfo todo envejece súbitamente el día después, cuando llega el pragmatismo, la tentación de calzarse los mismos zapatos y el mismo boato. Y los hombres que se encaramaron a una farola para que la plaza fuese visible se convierten en piedra y quedan inmortalizados en lo que quisimos ser y no somos.La velocidad de las noticias nos devora e impide contar cada estatua de piedra que dejamos atrás. ¿Qué sucede en Túnez? ¿Se convirtieron en piedra los hombres-farola? ¿Se marchitaron los jazmines en la normalidad recién conquistada?

 

Egipto: Tres décadas perdidas para reducir las desigualdades Juan Velázquez-GazteluEl PaísLos aviones llegan vacíos al aeropuerto internacional de El Cairo. Los barcos que habitualmente navegan por el Nilo llenos de turistas están varados en los muelles. Tampoco hay nadie en las playas de Sharm el Sheij, un paraíso para buceadores y bañistas en la costa del mar Rojo, e incluso las pirámides de Giza tienen poca compañía estos días de suave invierno. La revuelta popular contra el Gobierno de Hosni Mubarak ha asestado un duro golpe a la industria turística, principal fuente de ingresos de Egipto, y amenaza con causar serios daños a la economía en general.Otros sectores clave, como la banca o el comercio minorista, también están prácticamente parados. Hay multinacionales que han sacado del país a su personal extranjero, y la creciente escasez de determinados bienes de primera necesidad está haciendo subir los precios. Standard & Poor’s se sumó ayer a la decisión adoptada el lunes por Moody’s y rebajó la calificación de la deuda egipcia, ahogándola aún más en su nivel de bono basura. Sin embargo, la actividad era ayer normal en el canal de Suez, una importante vía de tránsito de petroleros, y el precio del crudo bajaba en los mercados mundiales. A pesar de todo, persiste la preocupación por la posibilidad de que la inestabilidad egipcia se extienda a algunos de los países productores de petróleo.Anticuada, ineficiente y con un peso enorme del sector público, la economía egipcia estaba seriamente tocada antes de que los ciudadanos se echaran a la calle. Sus autoridades no han sabido, o no han querido, subirse al tren de las reformas emprendidas por otros países emergentes como China, India o Brasil, que han aprovechado sus altos ritmos de crecimiento para reducir las desigualdades y elevar el nivel de vida de sus respectivas poblaciones. La tímida apertura económica de los últimos años y las medidas de estímulo puestas en marcha para paliar los efectos de la crisis han sido insuficientes para reducir la pobreza, el desempleo y las desigualdades, tres factores que han avivado el fuego de la rebelión contra el rais.Desde el punto de vista económico, los años de Gobierno de Mubarak han sido tres décadas perdidas. La convergencia en materia de renta con los países ricos apenas se ha movido en Egipto y otros países árabes como Argelia, Marruecos, Siria o Libia, estancados entre el 5% y el 10% de la media de las naciones del G-7. Sin recursos naturales que exportar, el país de los faraones ocupa el lugar 147º en renta per cápita -con apenas 2.000 dólares al año (menos de 1.500 euros)- en la lista del Banco Mundial, ubicado entre la República Democrática de Congo e Indonesia.El país que un día fue granero del imperio romano tiene hoy que importar alimentos y subsidiarlos para dar de comer a su población. Uno de cada dos egipcios vive con menos de dos dólares al día, y muchas familias apenas subsistirían sin las remesas que envían los emigrantes, unos 9.500 millones de dólares en 2008. Millones de egipcios se alimentan casi exclusivamente de pan y ful, un guiso de judías considerado el plato nacional.Como el resto de las economías árabes, la desigualdad es otra de las señas de identidad de Egipto. La política económica de los Gobiernos de Mubarak ha beneficiado a las élites y ha dejado al margen a las clases medias emergentes y a las masas. Ni siquiera un crecimiento económico que en los últimos años ha oscilado entre el 4% y el 5% o el reciente aumento de la inversión extranjera han sido suficientes para dar empleo a los cientos de miles de jóvenes que cada año entran en el mercado laboral. El país más poblado del mundo árabe tiene un problema crónico de desempleo. Uno de cada dos jóvenes menores de 30 años -grupo que supone más de la mitad de la población- no encuentra trabajo.El alto índice de natalidad hace que los recién licenciados entren en el mercado laboral con pocas expectativas de desarrollo profesional. Como mucho, la mayoría debe conformarse con algún puesto burocrático o un empleo en la economía informal. La actividad económica se ha concentrado excesivamente en sectores con escasa creación de empleo, como el inmobiliario y el financiero. Y para empeorar las cosas, por la crisis financiera muchos egipcios bien formados están regresando de trabajos temporales en el golfo Pérsico.El pasado domingo, Mubarak ordenó a su nuevo primer ministro, Ahmed Shafik, controlar la inflación, mantener los subsidios a los alimentos y crear puestos de trabajo. «Te pido que devuelvas la confianza a nuestra economía. Confío en tu capacidad para aplicar políticas económicas que se hagan eco de las preocupaciones más perentorias de la gente», dijo el presidente. Seguramente la orden llegue demasiado tarde.

Dialogo en internet entre Luis Prados Redactor de Internacional del País EspañaLuis PradosCambios en el mundo árabe – Redactor jefe de Internacional de EL PAÍSJueves, 03 de Febrero de 2011 Tras las protestas en Túnez, que acabaron con el régimen de Ben Alí, la oleada de cambios en el mundo árabe tiene en jaque al egipcio Mubarak y amenaza con extenderse a otros países de la zona. Luis Prados, redactor jefe de Internacional de EL PAÍS, ha charlado con los lectores sobre estos acontecimientos y sus posibles consecuencias.Buenos dias, Queria preguntarle ¿por que «ahora» esta peticion popular de cambios politicos (de manera tan masiva) en varios paises arabes? ¿que lo ha «encendido»? Gracias Buena parte de los países árabes estaban sufriendo en los últimos meses la carestía derivada de la crisis económica internacional pero la verdadera chispa estalló en Túnez con la inmolación a lo bonzo de un joven licenciado en paro. Su sacrificio fue la espoleta de una bomba de relojería demográfica, son países donde la mayoría de la población tiene menos de 30 años y ningún futuro, económica y política, con una ausencia casi total de libertades. Los jóvenes tunecinos, movilizados a través de Facebook y Twitter, pusieron en marcha un movimiento de protesta espontáneo, sin distinción de clase o edad, que acabó expulsando al dictador. Su éxito ha demostrado al resto de los países árabes que viven bajo dictaduras que es posible el cambio y han seguido su ejemplo. Ignacio S.2. 03/02/2011 – 11:30h. ¿La población está pidiendo un cambio democrático ó simplemente protesta por las adversas condiciones de vida (paro, precios, hambruna..)? ¿hay posibilidades reales de estados de derecho en el mundo árabe? (el experimento parece haber fracasado en Irak) Gracias por su atención En mi opinión, en las protestas está en primer plano la exigencia de libertad y democracia. Los manifestantes, los jóvenes que son sus verdaderos protagonistas, saben que sólo la democracia supondrá una mejor distribución de loa ingresos, que sólo la libertad generará oportunidades. Sólo con el cambio hay futuro. Los régimenes que han durado 23 años como en Túnez o 30 como Egipto han fracasado política y económicamente. Sí creo que hay posibilidades de Estados de derecho en el mundo árabe y por eso estamos ante un acontecimiento de dimensiones históricas. Si las revueltas democráticas triunfan, el mundo árabe ganará una legitimidad inédita hasta ahora, que quizá sea una de las grandes fallas del nuevo Irak. adnan al ayoubi periodista palestino3. 03/02/2011 – 11:34h. Estimado Luis , sabiendo la naturalez de la mayoria de los regimenes arabes, Como puede Francia y otros paises occidentales justificar el aumento de venta de material antidisturbio a esos regimenes . parece que la UE quiere la democracia y los derechos humanos para si misma , preo no para los emas .  La actitud de los Estados europeos y de la Unión Europea en esta crisis hasta el momento es injustificable. No sólo es inmoral sino que es contraproducente en términos prácticos y políticos. La miopía europea ante los acontecimientos tendrá consecuencias: un enorme desprestigio y menor capacidad para gestionar nuestros legitimos intereses en la zona.  tamir4. 03/02/2011 – 11:39h. Crees que el cambio que esta viendo en el mundo Arabe,puede llegar a Marruecos? Hay tendencias comunes en el movimiento de protesta que recorre el mundo árabe pero cada país tiene sus propias particularidades. No soy un experto en Marruecos y es difícil aventurar qué pasará, pero no hay que descartar que la revolución democrática que se está viviendo en algunos países obligue a la monarquía marroquí a hacer reformas, al menos para prevenir las protestas.  Albertobcn5. 03/02/2011 – 11:42h. Ante todo buenos días: ¿Estas protestas van dirigidos contra un regimen, pero cuales son las peticiones políticas y si estas tienden a una mayor secularización de la sociedad o no?.  Las peticiones políticas son muy claras y muy sencillas: libertad, democracia, reformas, oportunidades, futuro. Y tanto en Túnez como en Egipto, dos países bastante secularizados, no parece que nadie esté pensando que ese futuro lo gobiernen los clérigos. Silvia6. 03/02/2011 – 11:44h. Buenos días. ¿Cree que fue determinante la revolución en Túnez para que tuvieran lugar las protestas en Egipto o la situación allí estaba suficientemente deteriorada para que comenzasen en cualquier momento? Sin ninguna duda. Túnes demostró que es posible el cambio, que se puede echar al dictador. Antonio7. 03/02/2011 – 11:50h. ¿Cree que habrá menos resistencia al cambio en, el mundo árabe ahora con Obama como presidente de EE UU que, si fuera estado Baush? La actitud de la Administración de Obama ha sido desde el principio favorable al cambio, lo que no han hecho otras grandes potencias. El presidente Obama tiene una difícil ecucaión por delante: debe honrar sus propias palabras en el discurso de El Cairo de 2009 y los intereses de EE UU y su credibilidad ante sus aliados y al tiempo actuar con cautela para no ser acusado de injerencia. Con el pensamiento político de la Administración de Bush las cosas hubieran sido mucho más difíciles. EZ8. 03/02/2011 – 11:56h. ¿esta Israel detrás de Mubarak?  Israel está siguiendo los acontecimientos de Egipto con enorme inquietud. El miedo a la inestabilidad del más importante país árabe con el que ha firmado un tratado de paz (el otro es Jordania) es una preocupación lógica y legítima. Pero no es tanto que «esté detrás de Mubarak» como el temor a que cualquier cambio en Egipto y en otros países árabes altere el statu quo en la región y acabe perjudicándole. ZulianaL.9. 03/02/2011 – 12:00h. Ante una situación en Egipto que se está yendo de las manos… ¿Qué puede hacer la comunidad internacional? La comunidad internacional, es decir Occidente, porque China y Rusia parecen sentirse exentos de esta responsabilidad, deberían actuar con prudencia pero también con firmeza a favor las reformas democráticas facilitando el cambio. Incrementando la presión diplomática y económica sobre los dictadores y respaldando a los opositores. Jorge_20010. 03/02/2011 – 12:03h. Señor Prados, ¿existe alguna posibilidad de que los procesos democráticos que se están iniciando en esos países caigan en manos de radicales islámicos? Creo que esa preocupación está en la mente de muchos de nosotros. Gracias de antemano Creo que es difícil. Tanto Túnez como Egipto son sociedades laicas, mediterráneas, donde el turismo ha tenido gran influencia. Los partidos islámicos, Renacer en Túnez y los Hermanos Musulmanes en Egipto, encontrarán su lugar al sol, tendrán su influencia, incluso podran llegar a ser un factor de poder pero eso no tiene nada que ver con una islamización de la sociedad o una revolución islámica. Beatriz11. 03/02/2011 – 12:06h. ¿Qué probabilidades hay de que las revueltas se extiendan a Siria? ¿Es razonablemente seguro viajar a Siria en mayo o julio? Hay protestas convocadas en Damasco mañana y pasado. Habrá que esperar y ver si se llega a desarrollar esa protesta y la actitud del régimen. Siria es un país más cerrado y aislado internacionalmente que Túnez y Egipto y gobernado con puño de hierro por la dinastía republicana Assad desde hace décadas. Es pronto para saber qué pasará en primavera. Paloma Casillas12. 03/02/2011 – 12:07h. ¿nLas redes sociales, en su opinión, han «encendido la mecha» de la revolución o han sido meros transmisores del descontento generalizado?  Han sido algo más que transmisores: han sido movilizadores como pudieron serlo los panfletos durante la Revolución Francesa. ancear13. 03/02/2011 – 12:09h. ¿Está Al qaeda detrás de las revueltas del mundo árabe? Rotundamente no. La revolución democrática que se desarrolla en Túnez y Egipto y tal vez se extienda a otros países es un rotundo desmentido a todos los planteamientos, a la táctica, objetivos y retórica de la organización terrorista de Bin Laden.Egipto se levanta El Occidente debe celebrar The EconomistEn los últimos diez días, Egipto ha sido a través de un arco emocional intenso. Las protestas que comenzaron con unos pocos miles de personas el 25 de enero aumentó a un clímax emocionante el 1 de febrero, cuando cientos de miles se reunieron en la Plaza Tahrir de El Cairo   para exigir la salida de Hosni Mubarak, y luego degeneró en violencia cuando los partidarios del presidente atacaron a los manifestantes.Pero a pesar de las escenas desagradables a mediados de semana, los acontecimientos en Egipto deben ser bienvenidos. Una región de oprimidos pueden  conseguir un sabor a libertad. En el espacio de una semana milagrosa como pocas, un autócrata Medio Oriente ha disminuido, y otro, que ha mantenido el más poderoso de los árabes país bajo el pulgar durante 30 años, se tambalea. El mundo árabe  esta lleno de   esperanza; sus autócratas han envejecido, de repente su poder se ha vuelto  inestable. Estos eventos inspiradores permite  recordar la verdad universal de que ningún pueblo puede ser mantenido en esclavitud por los siglos.Para algunos en Occidente, que han tendido a poner la estabilidad por encima de la democracia en sus relaciones con el Oriente Medio, estos acontecimientos son preocupantes. Ahora que las protestas han debilitado la vida del régimen del señor Mubarak, las  opiniones están divididas, el vacío será llenado por los demócratas, pero no por el caos y las luchas o por la oposición de los Hermanos Musulmanes, el espacio anti-occidental y anti-israelí. Llegan a la conclusión de que Estados Unidos debe redoblar sus esfuerzos para asegurar una larga «transición controlada» por apuntalar bien el Sr. Mubarak o alguien como él.Eso sería un error. El rechazo popular de Mubarak ofrece la mejor oportunidad de Oriente Medio para la reforma en las últimas décadas. Si Occidente no puede entender a  la gente de Egipto en su búsqueda para determinar su propio destino, entonces sus argumentos a favor de la democracia y los derechos humanos en otras partes del mundo están para nada. El cambio trae riesgos, ¿cómo podría no traerlos  después de tanto tiempo?Pero menos que el estancamiento  que es la alternativa.Las revoluciones no tienen por qué ser como las de Francia en 1789, Rusia en 1917 o Irán en 1979. Las protestas radicales del Oriente Medio tienen más en común con las revoluciones de color popular que cambió el mapa del mundo en el siglo 20: apacible (hasta matones del gobierno se presentaron), populares (sin Robespierre o Trotski manejando las cosas detrás de escena), y secular (el Islam apenas ha levantado la cabeza). Impulsada por la potencia de sus ciudadanos, la agitación de Egipto podría conducir a una transformación tan benigna como la de Europa del Este.Los pesimistas señalan que Egipto no tiene ni las instituciones ni los dirigentes políticos para asegurar una transición sin problemas. Pero si lo hiciera, la gente no hubiera salido a las calles. No hay democracia perfectamente con origen en los detritus de régimen del señor Mubarak. El trastorno parece probable que vaya a reinar durante algún tiempo. Sin embargo, Egipto, aunque pobre, tiene una élite sofisticada, una clase media bien educada y un fuerte sentido de orgullo nacional. Estas son buenas razones para creer que los egipcios pueden empujar  para salir de este caos.El miedo a la Hermandad Musulmana es de todos modos exagerada. Es cierto que los Hermanos han producido a Ayman al-Zawahiri, ahora el número de Osama bin Laden y principal ideólogo de los dos, los escritos de Sayyid Qutb, pensador de los Hermanos de liderazgo en los años 1950 y 1960, son ciertamente intolerantes y hostiles a Occidente. Cualquier nuevo gobierno egipcio, sobre todo si se incluyen a los hermanos, probablemente sería más difícil sobre todo para Israel que ya debe lidiar con Hamas que lidera la zona de Gaza, entre Israel y Egipto.Sin embargo, los hermanos son un grupo variado, y más flexible de lo que eran. Aunque algunos abogan por la derogación del tratado de paz de Egipto con Israel de 1979, probablemente no correría el riesgo de otra guerra. También, obviamente, deben ganar las elecciones. Se les respeta por su piedad, la disciplina y capacidad de recuperación, pero las estimaciones de su popularidad esta en torno al 20% y han venido disminuyendo. Si lo hicieron mejor que eso, tal vez incluso ganar el poder en las urnas, algunos temen que nunca se irían. Pero los islamistas participar en las elecciones en países como Turquía, Malasia e Indonesia, donde la democracia se ha arraigado.Si la democracia está floreciendo en Egipto, a los Hermanos se le debe permitir que compiten por el poder, y la lección de las últimas semanas es que la alternativa a la democracia es un callejón sin salida. Desde hace varios años, Egipto no puede renovar sus instituciones o encontrar puestos de trabajo para sus jóvenes, la política del régimen ha sido cada vez más represiva. Dejar a la gente   vivir bajo la dictadura agobiado por una policía corrupta y brutal, la represión de la oposición y la tortura de presos políticos, no sólo sería moralmente incorrecto, sino que también sería encender la mecha de la insurrección que viene. Algunos desean instalar un nuevo hombre fuerte y esperar a que se creen las condiciones para una democracia laica. Pero los autócratas raramente tienen un plan para su auto eliminación, como el triste estado de Oriente Medio muestra.Obama y Mubarak A pesar de las indudables dificultades en el corto plazo, incluso una democracia desordenada podría llegar a ser un rico premio-y no sólo para los egipcios. Un democrático Egipto podría volver a ser un faro para la región. Podría ayudar a responder la interrogante de cómo incorporar el islam en las democracias árabes. Y, aunque es comprensible el miedo de  Israel a las amenazas en sus fronteras, un gobierno egipcio que habla por el pueblo un día podría contribuir más a un arreglo con los palestinos que un autoritario «paz fría» jamás podría.Occidente puede ayudar a ganar este premio. Su búsqueda de la estabilidad por encima de la democracia   ha dañado su imagen, pero puede hacer las paces ahora. América Latina, en particular, todavía tiene influencia en la política de Egipto, los negocios y la élite militar. Si se usa ese, podría ayudar a acelerar la transición de la autocracia a través del caos a un nuevo orden y mejorar su posición en la región.EL levantamiento de Egipto podrá poner a los occidentales nervioso, pero los valores de la libertad cuando los egipcios lo demandan  y la libre determinación, se afirma en la vida de Occidente. No hay garantía de que la revolución de Egipto va a salir mejor. La única certeza es que la autocracia conduce a la agitación, y el mejor garante de la estabilidad es la democracia. 

 

Por que temer el espíritu revolucionario árabe?Slavoj ZizekThe GuardianLo que   salta a la vista en los disturbios de Túnez y Egipto es una notable ausencia del fundamentalismo islámico. En la mejor tradición de la democracia secular, la gente simplemente se rebeló contra un régimen opresivo, su corrupción y la pobreza y exigió la libertad y la esperanza económica. La sabiduría cínica de los liberales occidentales según la cual, en los países árabes, el sentido verdaderamente democrático se limita a las elites liberales  mientras que la gran mayoría pueden ser movilizados por el fundamentalismo religioso o el nacionalismo, ha demostrado ser errónea.Queda demostrado cuando un nuevo gobierno interino fue nombrado en Túnez, que excluye a los islamistas más radicales y la izquierda.La reacción de los aspirantes liberales fue: bueno, que son básicamente lo mismo, dos extremos totalitarios – pero las cosas son tan simples? El antagonismo real no es de larga data, precisamente entre los islamistas y la izquierda? A pesar de que unen brevemente   contra el régimen, una vez que se acercan a la victoria, su unidad fue parte y se involucran en una lucha a muerte, a menudo más crueles que la librada contra el enemigo común.No hemos sido testigos de una pelea justo después de las elecciones en Irán?Cientos de miles de partidarios de Mousavi lucharon por un sueño popular que ha sufrido la revolución de Jomeini: la libertad y la justicia.Aunque este era el sueño de una utopía, que dio lugar a una explosión de creatividad y de una política social de impresionantes experiencias de organización y debates entre los estudiantes y gente común. Esta apertura genuina, que liberó las fuerzas de transformación social hasta entonces desconocidas, un momento en que todo parecía posible, poco a poco han sofocado por el control político y la dominación del establishment islámico.Incluso en el caso de los movimientos fundamentalistas claramente, debemos tener cuidado de no perder de vista el componente social. Los talibanes se suele presentar como un grupo fundamentalista islámico, que impone sus leyes por el terror. Sin embargo, cuando en la primavera de 2009, tomaron el valle de Swat en Pakistán, el New York Times informó que idearon «una revuelta de la clase que explora las profundas fisuras entre un pequeño grupo de ricos terratenientes y sus inquilinos que carecen de un piso.» Si, por «aprovechar» de la difícil situación de los agricultores, los talibanes estaba creando, en palabras del New York Times, «una advertencia sobre los riesgos a Pakistán, que sigue siendo en gran medida feudal», lo que impidió a los demócratas y los liberales en Pakistán Estados Unidos, de la misma manera, «aprovechando» de los problemas y tratar de ayudar a los agricultores sin tierra?Se traduce que  las fuerzas feudales en Pakistán son aliados naturales de la democracia liberal?La inevitable conclusión que debe extraerse es que el auge del islamismo radical ha sido siempre el otro lado de la desaparición de la izquierda secular en los países musulmanes. Cuando Afganistán se presenta como el máximo ejemplo de un país islámico fundamentalista, que todavía recuerda que, hace cuarenta años, era un país con una tradición secular fuerte, incluyendo un poderoso partido comunista que había tomado el poder sin  la dependencia la Unión Soviética?¿Dónde estaba esta tradición secular?Es fundamental analizar los acontecimientos en curso en Túnez y Egipto (y en Yemen y quizás, con suerte, incluso en Arabia Saudita), en contraste con este telón de fondo.Si la situación se estabiliza y el  antiguo régimen para sobrevivir, sólo produce  algunas liberales cirugías estéticas, va a generar un fundamentalismo  insalvable. Por el legado fundamental del liberalismo sobrevivir, los liberales necesitan la ayuda de la izquierda radical fraternal. De regreso en Egipto, la más vergonzosa y oportunista peligrosamente reacción fue la de Tony Blair, informó la CNN: el cambio es necesario, pero debe haber un cambio estable. cambio estable en Egipto hoy sólo puede significar un compromiso con las fuerzas de Mubarak, en la forma de ampliar un poco el círculo de poder. Es por esto que es una obscenidad   hablar ahora de transición pacífica lo que significaría el aplastamiento de la oposición, que a Mubarak se le ha hecho imposible. Después de Mubarak enviara el ejército contra los manifestantes, la elección se hizo evidente: o bien un cambio cosmético en el que algo cambie para que todo siga igual, o una auténtica ruptura.He aquí, pues es el momento de la verdad: no se puede argumentar, como en el caso de Argelia hace una década, que permitir unas elecciones verdaderamente libres equivale a entregar el poder a los fundamentalistas islámicos. Otra preocupación liberal es que no hay poder político organizado para tomar el poder si Mubarak desaparece. Por supuesto que no, Mubarak se aseguró de que la oposición a reducir los adornos marginales, por lo que el resultado termina siendo el título de la famosa novela de Agatha Christie, And Then No hubo nadie «. argumento de Mubarak – o es el caos – como un argumento en su contra.La hipocresía de los liberales occidentales es impresionante: se han comprometido públicamente a la democracia y ahora, cuando la gente se rebela contra los tiranos en nombre de la libertad y la justicia  , no en nombre de la religión, todos ellos estan profundamente preocupado. ¿Por qué pena, ¿por qué no la alegría en el hecho de que usted está dando una oportunidad para la libertad? Hoy más que nunca, la vieja consigna de Mao Zedong es pertinente: «Hay un gran caos en el cielo – la ubicación es excelente.»¿Dónde, entonces, Mubarak debe ir? Aquí, la respuesta también es clara: a La Haya. Si hay un líder que merece sentarse allí, lo es.

 

Euforia, baño de sangre y caos Robert Fisk The IndependentLos tanques egipcios, los manifestantes sentados sobre ellos, las banderas, las 40 mil personas que lloraban y alentaban a los soldados en la Plaza de la Libertad, mientras rezaban alrededor de ellos, los Hermanos Musulmanes sentados entre los pasajeros de los tanques. ¿Se debería comparar esto con la liberación de Bucarest? Sentado sobre uno de los tanques fabricados en Estados Unidos, sólo podía recordar esas maravillosas películas sobre la liberación de París. Un par de metros más allá, la policía de seguridad de Hosni Mubarak, con sus uniformes negros, todavía les disparaba a los manifestantes que estaban cerca del Ministerio del Interior. Era una celebración de una victoria salvaje e histórica: los mismos tanques de Mubarak estaban liberando la capital de su propia dictadura.En la pantomima del mundo de Mubarak –y de Barack Obama y de Hillary Clinton en Washington–, el hombre que aún se autoproclama presidente de Egipto realizó la más absurda elección de un vicepresidente para calmar la furia de los manifestantes. El elegido fue Omar Suleiman, el jefe de los negociadores egipcios con Israel y un antiguo agente de Inteligencia, un hombre de 75 años y con varios años de visitas a Tel Aviv y a Jerusalén así como con varios infartos que los prueban. Cómo este funcionario va a ingeniárselas para hacer frente a la rabia y el deseo de liberación de 80 millones de egipcios queda librado a la imaginación. Cuando les conté, a quienes estaban alrededor de mí en el tanque, sobre la designación de Suleiman comenzaron a reírse.Las tropas, en ropa de fajina, riéndose y hasta aplaudiendo, no hicieron ningún intento de borrar el graffiti que la multitud había pintado sobre los tanques. “Fuera, Mubarak” y “Tu régimen está acabado, Mubarak”, aparecía en cada una de las tanquetas que recorrían las calles de El Cairo. En uno de los tanques que daban vuelta alrededor de la Plaza de la Libertad estaba uno de los Hermanos Musulmanes, Mohamed Beltagi. Más temprano, había pasado cerca de un convoy de vehículos blindados que estaban apostados cerca del suburbio de Garden City mientras la gente se abría paso entre las máquinas y les llevaban naranjas a los soldados, aplaudiéndolos como patriotas egipcios. Más allá de la alocada elección del vicepresidente de Mubarak y la designación de amigotes en un gobierno sin poder, las calles de El Cairo demostraron que los líderes de los Estados Unidos y de la Unión Europea (UE) no entendieron nada. Se acabó.Los débiles intentos de Mubarak al declarar que se debe terminar con la violencia, cuando su propia policía de seguridad fue responsable en los últimos cinco días de los actos más crueles, encendió más la furia de aquellos que pasaron 30 años bajo su sanguinaria dictadura. Prueba de ello son las sospechas de que muchos de los saqueos están siendo llevados a cabo por policías de civil, así como el asesinato de 11 hombres en un área rural hace 24 horas para destruir la integridad de los manifestantes que están tratando de sacar a Mubarak del poder. La destrucción de un importante número de centros de comunicaciones por parte de hombres con los rostros tapados, que deben haber sido coordinados de alguna forma, también levantó el alerta y surgió la idea de que los responsables serían los agentes de civil que habían golpeado a los manifestantes. Pero las quemas de comisarías en El Cairo, Alejandría y Suez así como en otras ciudades no fueron obra de los policías de civil. A última hora del viernes, multitudes de hombres jóvenes atizaron el fuego a lo largo de la autopista de Alejandría.Infinitamente más terrible fue el vandalismo en el Museo Nacional de Egipto. Después de que la policía abandonara el lugar, los saqueadores traspasaron la puerta del edifico pintado de rojo y destruyeron estatuas faraónicas de cuatro mil años de antigüedad, momias egipcias e impresionantes botes de madera que fueron originariamente tallados para acompañar a los reyes en sus tumbas. De nuevo, debe decirse que circularon rumores de que la policía había causado estos actos vandálicos antes de haber abandonado el museo el viernes por la noche. Todo parece recordar lo del museo de Bagdad en 2003. El saqueo no fue tan grave como el de Irak pero el desastre arqueológico es peor.Los manifestantes se reunieron anoche, en círculo, para rezar en la Plaza de la Libertad. Y también hubo promesas de venganza. Un equipo de la cadena televisiva Al Jazeera encontró un depósito de 23 cadáveres en Alejandría, aparentemente asesinados por la policía. Muchos tenían sus caras horrorosamente mutiladas. Otros once muertos fueron descubiertos en un depósito en El Cairo. Los familias, que se congregaron alrededor de sus restos ensangrentados, prometían represalias contra los policías.El Cairo ahora cambia de la dicha a la más sombría cólera en cuestión de minutos. Ayer por la mañana, crucé el puente del río Nilo para ver las ruinas del cuartel del partido de Mubarak. Enfrente, seguía en pie un poster que promocionaba las bondades del oficialista Partido Nacional Demócrata (PND), las promesas que Mubarak no pudo cumplir en treinta años. “Todo lo que queremos es la salida de Mubarak, nuevas elecciones y nuestra libertad y honor”, me confió un psiquiatra de 30 años.La denuncia de Mubarak de que estas manifestaciones eran parte de un “plan siniestro” está en el centro de su pedido de reconocimiento internacional. De hecho, la respuesta de Obama fue una copia exacta de todas las mentiras que Mubarak ha estado usando durante tres décadas para defender su régimen. El problema es el habitual: las líneas del poder y de la moralidad no llegan a unirse cuando los presidentes estadounidenses tienen que tratar con Medio Oriente. El liderazgo moral de los Estados Unidos desaparece cuando tienen que confrontarse los mundos árabe e israelí. Y el ejército egipcio es parte de esta ecuación. Recibe 1300 millones de dólares de ayuda estadounidense. El comandante de esa arma y un amigo personal de Mubarak.