La presidenta Cristina Fernández encabezó anoche el acto de presentación de un Plan de Desendeudamiento y Crédito para Obras en el que además aseguró que «es importante” que cada vez sean más los que piensan que “lo más importante es el país y que la patria es el otro».

Asimismo, adelantó que en 2012 la mortalidad infantil se ubicó en 11,2 por mil. La cifra es menor a los 11,7 por mil de 2007.

La Presidenta también convocó «a todos a seguir trabajando por un país mejor, sin incitar al odio por el otro», con motivo de la celebración hoy del Día del Trabajador. 

En este marco, Cristina decidió «en este día especial” darle “un homenaje a Jorge Pereyra», dirigente del Partido Comunista Congreso Extraordinario, quien falleció esta semana. 

«Quiero decirles que no es un homenaje de protocolo, conozco a la familia Pereyra de toda la vida» y agregó que «fue militante del PC». 

En ese contexto se refirió al golpe de Estado de 1976 y recordó que los militares fueron a buscar a Pereyra a su casa y «como Jorge no estaba, se llevaron a su padre preso, que estuvo más de un año detenido». 

Además, la Presidenta saludó «a todos los trabajadores y las trabajadoras de la Argentina», de cara al Día del Trabajador. «Un saludo a los que tienen la inmensa suerte de tener trabajo registrado y a los que no lo tienen registrado pero tiene trabajo. En fin, a esta Argentina que ha generado millones y millones de puestos de trabajo», dijo la jefa de Estado en el Salón de las Mujeres del Bicentenario. 

En el acto Cristina otorgó financiamiento por 95 millones de pesos para obras de infraestructura en las provincias de Entre Ríos, Tucumán, Río Negro, y por 83.4 millones por convenios similares a varios municipios del país. 

En su discurso, explicó que «son para obras de desagües, obras de cloacas, para viviendas, para ayudar a la tarea de los municipios, también con un programa de desendeudamiento en el que uno de los abanderados está presente, en primera fila» porque son «recursos que van obras que benefician a todos los vecinos». 

En el acto estuvo con Cristina, el ministro de Economía, Hernán Lorenzino, que la semana pasada protagonizó una polémica durante una entrevista con una periodista griega que lo consultó por la inflación en el país.

También estuvieron el jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina; el ministro de Salud, Juan Manzur; y el de Planificación Federal, Julio de Vido. 

En otro tramo del discurso, la jefa de Estado dijo que el ministro Manzur estaba «muy orgulloso» porque estaba «cerrando los últimos análisis sobre la mortalidad infantil». 

«Cuando asumió Néstor (Kirchner) -recordó- era del 16,8 por mil en 2003 y ahora las mediciones nos dan el 11,2 por mil», aunque agregó que «todavía hay que bajarlo porque es un índice que tiene que ver con todo, con el desarrollo, con el crecimiento económico». 

Al volver sobre el Día de los Trabajadores, expresó que quería volver a «convocar a todos los argentinos a seguir trabajando por un país mejor, por un país sin violencia, sin odio». 

«Podemos tener ideas diferentes», reflexionó la Presidenta, y remarcó que «en el peronismo se puede dar cátedra de ideas diferentes; hay amplitud». 

Cristina enfatizó asimismo lo significativo que es «cuando se es capaz de incorporar a partir de coincidencias y no de disidencias». «Este es un país que ha crecido desde adentro y esto me pone muy feliz», concluyó la jefa de Estado.