Política

Comunicado Unidos y Organizados

El desafío de profundizar la inclusión

La semana pasada nuestra presidenta, Cristina Fernández de Kirchner, anunció el Plan “Progresar”, cuyos destinatarios son los jóvenes entre 18 y 24 años, que no trabajan ni estudian, consistente en un reconocimiento de 600 pesos mensuales, con la contraprestación de estudiar.

«Tenemos que marchar hacia la utopía de una sociedad igualitaria», sostuvo Cristina cuando lo presentó.  Y el lanzamiento de este programa, se dio en una semana cargada de versiones y de presiones de parte de grupos económicos que, con un sentido claramente especulativo, pretenden forzar una serie de decisiones económicas. Decisiones que se traducen en lo que técnicamente llaman “ajuste”: contención del gasto público, congelamiento de salarios, fuerte devaluación, endeudamiento en los mercados de crédito internacionales. Desde UNIDOS Y ORGANIZADOS, advertimos sobre las maniobras especulativas de grupos concentrados del poder económico argentino –con el invalorable apoyo de los medios de comunicación hegemónicos- tendientes a torcer el rumbo de las políticas redistributivas que se vienen implementando desde hace una década. La maniobra comprobada de una importante operación de compra de dólares por encima del precio oficial, que indujo a la suba inmediata de esa moneda, debe servir para visibilizar las verdaderas caras de estos movimientos desestabilizadores. Hasta aquí eran sospechas que caían sobre operadores financieros, pero el jueves se tuvo la certeza: Juan José Aranguren, el CEO de la multinacional Shell, fue quien llevó adelante la operación que a la postre  significó una fuerte alza en la cotización. Si a esto se suma la no liquidación de la última cosecha por los exportadores y la indudable especulación de contar con un dólar más alto para acrecentar sus ganancias, más el papel que vienen cumpliendo otros actores económicos, no necesariamente vinculados a las exportaciones, que convirtieron en dólares sus extraordinarias ganancias de estos años por la reactivación del mercado interno, tenemos con claridad los intereses que hay detrás de esta inducción a medidas drásticas para su exclusivo beneficio. Si a alguien le quedaban dudas, el presidente de la Sociedad Rural, Miguel Etchevehere, dijo por estos días que “era más negocio especular que producir” en Argentina. Aquellos que reclaman “previsibilidad”, los mismos que en otros tiempos produjeron el vaciamiento del país, desguazaron el Estado y dejaron al Pueblo una herencia de una deuda externa gigantesca, deberían ser hoy, al menos, más explícitos. Porque omiten todo lo que implica en términos de empleo y nivel salarial eso que sintetizan en “la previsibilidad”; y omiten también hablar, por supuesto, del costo social de las medidas que reclaman.

  Para desgracia de estos operadores que, en otros tiempos con sus ataques especulativos desestabilizaban a gobiernos populares, hoy la Argentina tiene un horizonte nítido en cuanto a políticas públicas: crecimiento con inclusión para la redistribución de la riqueza que todo el pueblo contribuye a crear.