Sociedad

Doce represores irán a juicio oral

Se trata de tres militares de alto rango y nueve policías bonaerenses, entre los que se encuentra el represor Miguel Etchecolatz, por su actuación en el centro de detención y torturas "Cuatrerismo".

Etchecolatz deberá enfrentar un nuevo juicio oral.

El juez federal Daniel Rafecas elevó a juicio oral y público a tres militares de alto rango y nueve policías bonaerenses, entre los que se encuentra el represor Miguel Etchecolatz, por su actuación en el centro de detención y torturas «Cuatrerismo», durante la última dictadura, indicaron esta mañana fuentes judiciales.

 

La medida se tomó en el marco de la megacausa en la que se investigan delitos de lesa humanidad cometidos en la órbita del Primer Cuerpo de Ejército y que fue reabierta tras la derogación de las leyes de obediencia debida y punto final.

 

En este tramo del expediente «se investigan los hechos que tuvieron lugar respecto de más de 130 víctimas en el centro clandestino «Cuatrerismo» que funcionó en el Partido de La Matanza, en el cruce de Autopista Richieri y Camino de Cintura, así como también en la Comisaría de Monte Grande».

 

La resolución de Rafecas «alcanza a 137 víctimas, de las cuales la mitad permanecen desaparecidas o fueron asesinadas; todas ellas sometidas a torturas en cautiverio» señalaron los informantes, quienes puntualizaron que entre los detenidos que se elevaron a juicio están los ex comisarios de la bonaerense José Félix Madrid y Guillermo Horacio Ornstein.

 

También se incluye a los suboficiales José Sánchez, Ángel Salerno y Carlos Tarantino; al entonces teniente coronel Hugo Idelbrando Pascarelli y Etchecolatz, por entonces comisario general a cargo de la Dirección de Investigaciones de Policía bonaerense.

 

Al dictar los procesamientos, el juez «había llamado la atención sobre las condiciones infrahumanas de existencia constitutivas de tormentos a las que fueron sometidas las víctimas, tales como la sujeción e inmovilización, la prohibición del habla, el tabicamiento, la privación de agua y alimento, la frecuente prohibición de ir al baño, la exposición a desnudez, la amenaza constante con ser torturado físicamente».

 

Cabe recordar que en la Comisaría de Monte Grande estuvieron cautivas unas veinte personas quienes «fueron sometidas a tormentos; las víctimas fueron mantenidas en un régimen brutal de inanición, en absoluta oscuridad, privadas de la posibilidad de higienizarse e ir al baño, abstraídos del conocimiento de sus familiares y sin poder mantener contacto con el exterior y con la amenaza de la tortura o de la desaparición».