¿Cómo caracterizas la visita de Benjamín Netanyahu a la Argentina?
Creo que hay dos cuestiones centrales. Por un lado, su propia necesidad electoral, ya que Netanyahu está asediado en estos momentos con diferentes causas judiciales en Israel y, de pronto, está yendo a la búsqueda de los votos. El objetivo es tratar de mejorar la imagen de su país en el exterior para de esta manera generar un impacto positivo. En segunda instancia, hay un contexto regional complejo, fundamentalmente por el rechazo que Israel sufre en organismos como Naciones Unidas.
Entiendo que Netanyahu hace un año viene ensayando la idea de ir a buscar los votos de países de Naciones Unidas a diferentes partes de Europa y en América Latina. Y los resultados han sido positivos. Muchos países de Europa que habitualmente condenaban a Israel en cuestiones de Derechos Humanos por el accionar contra Palestina han cambiado sus votos, es decir, pasan de votar en contra a abstenerse. Esto le permite a Israel allanarse el camino en un escenario como la ONU que siempre le resultó hostil.
Entonces, Netanyahu vino a ablandar la política exterior de Argentina. Calculo que la postura respecto de Palestina será uno de los temas que abordará los Jefes de Estado.
¿Crees posible un cambio en la política exterior Argentina respecto de Palestina?
Yo espero que no. Durante el gobierno anterior hubo un respaldo fuerte a la causa palestina. Yo creo que, eventualmente, podemos avanzar hacia un voto neutral, pero de ninguna manera creo que Argentina se alinearía al Estado de Israel en contra del Estado Palestino. Vamos a pasar de una postura de apoyo al Estado Palestino frente a las violaciones a los Derechos Humanos a una posición un poco más neutral.
¿Cómo sería esa postura?
No vamos denunciar únicamente la violación a los Derechos Humanos contra los palestinos sino también al terrorismo, los ataques contra israelíes, las amenazas de Hamas, Hezbollah, etc. Una postura más centrista a la postura de condena de épocas anteriores. Si bien hay una relación personal entre los dos mandatarios, reconocida por el propio Netanyahu, no creo que esto se exprese en una alineación automática.
¿En qué se materializa la buena relación entre Macri y Netanyahu?
En estos dos años de gobierno de Macri, Argentina se acercó mucho a Israel. Hay convenios educativos, un fortalecimiento de las relaciones comerciales, pero por sobre todas las cosas hay un acuerdo en el área de Defensa.
¿Qué acuerdo hay específicamente en Defensa?
Concretamente dos. Capacitación a la policía de la provincia de Buenos Aires brindada por oficiales israelíes y la compra de barcos equipados para combatir el narcotráfico en el río Paraná. Esto fue cerrado entre noviembre y diciembre del año pasado con la visita de Patricia Bulrrich a Israel. Luego se exploraron las posibilidades de adecuar el equipamiento del ejército con la compra de tanques y la adquisición de aviones para la fuerza aérea. El tema es que nadie dice nada, todos hablan de los acuerdos comerciales, nadie habla de estos acuerdos en Defensa, que algunos quedaron en suspenso y que van a ser abordados en las reuniones. El grueso de las negociaciones de los últimos dos años entre el gobierno de Macri y el Estado de Israel estuvieron vinculadas al área de seguridad y defensa.
En el plano regional, ¿Israel se está involucrando más en la guerra en Siria?
La semana pasada estuvo el Secretario General de la ONU (Antonio Guterres) en Jerusalén. Allí, Netanyahu aprovechó para denunciar que Irán se estaba involucrando en Siria y en el Líbano, generando fabricaciones militares ayudando a potenciar el armamento sirio y libanés, particularmente en el caso de Hezbollah. Después de haberlo denunciado delante de Guterres, viajó a Moscú y le planteó lo mismo a Putin. Posteriormente vinieron las amenazas públicas cuando le dijo a Siria “son nuestros próximos objetivos”, y lo hizo, bombardeó aparentes instalaciones militares en Siria que el gobierno sirio dijo que eran centros de investigación. ¿Y a dónde va el Primer Ministro del Líbano a denunciarlo? A Moscú. Esto lo que demuestra es cómo Putin se está consagrando como un árbitro de los conflictos de la región. Frente a tensiones con Irán en el contexto sirio, Netanyahu acude a Moscú para repudiar las maniobras de Irán y el Líbano, que denuncian en Rusia las acciones de Israel, es decir, los países árabes acuden a Putin también.
Teniendo en cuenta la situación de Netanyahu, ¿crees posible una nueva escalada de violencia con Irán, Gaza o el sur del Líbano?
Un escenario de conflicto en el sur del Líbano con Hezbollah o en Siria, hoy no es posible porque Israel sabe que Hezbollah mejoró su capacidad de fuego. Por otro lado, también Hezbollah está involucrado en la guerra en Siria, por lo menos desde el 2013. Eso implica que ha adquirido mucha experiencia. Un conflicto con ellos implicaría enfrentar un enemigo nuevo que se ha desarrollado mucho. En este contexto Israel dejó en claro que su ataque en Siria fue selectivo y que no quiere una escalada de violencia en el cercano oriente más allá de pedir que Irán tiene que controle sus intervenciones. Aclararon que fue un ataque eventual, esto lo han dicho públicamente, cosa rara en un gobierno liderado por la derecha. En 2019 hay elecciones, si es que no hay antes por las causas contra Netanyahu, habrá que ver si llega al 2019.
Fuente: Resumen del Sur - Oveja Negra
