“Una gratísima sorpresa nos llevamos con Alta Montaña, texto escrito por Anibal Gulloni, que se inspiró en la novela del alemán Thomas Mann, La Montaña Magica, para escribir esta tragicomedia, tan divertida, como delirante, que con un humor ácido y mucha ironía”. Los domingos a las 20 horas en el porteño Vera Vera Teatro (Vera 108).
La historia se desarrolla en los Alpes austríacos, a mediados del Siglo XIX, allí rodeado de un bello paisaje, se enclava el Sanatorio Spengler, que brinda tratamiento a pacientes con tuberculosis. El lugar tiene un aire siniestro y es regenteado por Doris, la temible jefa de enfermeras, junto a su ladera y mano derecha Porfiria. Quien dirige los tratamientos es el Dr.Lieber, que parece el más apegado a la medicina, en un establecimiento donde no parece que se privilegie la salud de los pacientes.
La rutina de clínica se verá alterada, por dos nuevas personas, en primer lugar Alma, una nueva enfermera, bella y angelical, sin experiencia en la actividad y algo ingenua, que no encaja con la dureza de las enfermeras actuales, que le advierten que trabajando allí, se está metiendo en el mismísimo infierno. Su llegada, traerá amoríos y situaciones embarazosas que involucrarán a varios pacientes.
Y poco tiempo después de la incorporación de la nueva enfermera, quien aparecerá y de manera inesperada es Frau Sprengler, la esposa del director de la clínica que tras un largo viaje, arribará de muy mal humor y se pondrá peor aún, con sus primeras impresiones del lugar. No está conforme con la higiene, ni con la calidad del personal, que tampoco la vé con buenos ojos. El ímpetu de Frau Sprengler se aplacará pronto, por un hecho que no vamos a revelar.
La historia es desopilante por momentos y divierte en todo momento a los espectadores, veremos pasos de comedia, peleas en cámara lenta entre pacientes y enfermeras, rivalidades marcadas, traiciones entre compañeras de trabajo, momentos musicales logrados, actores que rompen la cuarta pared y varias sorpresas más.
Vayamos ya a las actuaciones que presenta la obra, que son realmente superlativas. Son ocho actores en escena y en Alta Montaña, ocurre algo que pocas veces vemos, nos referimos a que todos los integrantes del elenco, tienen espacio para destacarse a lo largo de la trama, pudiendo componer de muy buena forma sus personajes y se sacan chispas en escena.
Cuando vean la obra, verán que no exageramos y cada uno podrá elegir su personaje favorito. Resultará muy difícil la elección, ya que los trabajos son muy buenos. En nuestro no caso nos encantó la actuación de Flavia Bagdadi, como Porfiria, una enfermera bastante siniestra, que soporta a desgano los destratos de Doris, la Jefa de enfermeras. A Flavia, la habíamos visto en Arca, Simulacro Patagónico, obra que también escribió y dirigió Anibal Gulloni, recordando haberla elogiado mucho por aquella interpretación y aquí vuelve a destacarse mucho. Tiene una expresividad en el rostro muy particular y encaja a la perfección con el aire funesto que tiene el sanatorio. Estupendo trabajo de Flavia, una actriz a la que queremos seguirle los pasos.
Pero no seamos injustos con el resto, ya que como dijimos todos se lucen y aprovechan sus minutos en escena. Renata Aiello es Doris, la jefa de enfermeras y de hecho la que dirige con mano de hierro la clínica. Compone un personaje bastante siniestro, que sentirá amenzado su reinado con la aparición de Frau Spengler. Histriónica y también con gran expresividad, Renata compone de gran forma su personaje. Cierra la plantilla de enfermeras, Julia Vilanova como Alma, es la recién llegada, la nuevita, cándida e ingenua, parece no encajar allí y generará amoríos entre los pacientes. Muy bueno lo de Julia, aportando belleza y frescura a la trama.
Yendo a los personajes masculinos, destacar el muy buen trabajo de Guillermo Zeballos como el Dr.Lieber. Intenta hacer las cosas bien, en una clínica donde nada se hace de esa forma, pese a que confiesa que su verdadera vocación era trabajar en un circo y no en la medicina. Yendo a los pacientes, tenemos a Daniel Viola, como el Profesor Anselmo, culto y lector, no se siente cómodo en aquel sitio. Entrañable su composición, que no nos pregunten porque, pero su personaje nos recuerda a Silvio Soldán. Agustín Yaneff es Hans, joven y fornido paciente, que añora sus tiempos en la guerra y es presa del deseo amoroso en aquel lugar, especialmente de parte de Bartolina, carituresco personaje que compone Margott Francine, que declara su amor en italiano y resulta muy tierna. Muy graciosas sus peleas con Alma, que nos remiten a escenas de los Tres Chiflados.
Para el final dejamos a Gabriela Ainstein, como Frau Sprengler, que se presenta como la esposa del director de la clínica. Encantador su personaje, con una energía y un carisma muy alto. Además dueña de una voz hermosa, que lucirá en algunas partes cantadas. Gran personaje compone Gabriela, con fuerte presencia escénica.
Nos extendimos un poco con la descripción de los diferentes personajes, pero realmente amertitaba hacerlo, ya que las caracterizaciones son excelentes y todo el elenco se entrega por completo a este loco relato. Como señalamos antes, cuando vean la obra elegirán cual es su personaje favorito, elección que no será sencilla, debido a la calidad de los trabajos.
Destacar la puesta que presenta la obra, hay mucho mérito del director, que sabe dar espacio para que los diferentes personajes puedan desarrollarse. La trama es dinámica y tiene un hilo de intriga que engancha al espectador desde el arranque. A destacar, el vestuario de época que sirve para caracterizar a los personajes, rubro a cargo de Margott Francine. Y también queremos mencionar, los bellos momentos musicales que tiene la obra, donde Flavia Bagdadi y Gabriela Anstein. lucen sus voces líricas.
Y hasta allí vamos a contar, como dijimos en un comienzo nos resultó una muy grata sorpresa Alta Montaña, texto escrito y dirigido por Anibal Gulloni. No teníamos mayores referencias de la obra, solo sabíamos que estaba transitando su tercera temporada, dato siempre a tener en cuenta y que ya habíamos visto una obra de Anibal en el Kairos, que nos había gustado mucho, por eso una verdadera satisfacción encontrarnos con esta perlita del teatro independiente.
Recomendamos Alta Montaña, ya que más allá de la historia, que resulta muy entretenida y garantía de diversión, es una gran oportunidad para descubrir encantadores personajes y disfrutar de las excelentes actuaciones del elenco reunido en este sanatorio escondido en las alturas de los Alpes, donde cae la nieve y donde nada es lo que parece a primera vista, así que a estar muy atentos.