El fútbol chileno se encuentra revolucionado. Ante la renuncia de Marcelo Bielsa, quien dijo no poder conducir a la selección si ganara las elecciones Jorge Segovia, se le suma la inhibición de este luego de obtener la victoria en los sufragios.

El empresario, presidente del Club Unión Española, fue inhabilitado a asumir el cargo máximo de la AFNP por no cumplir con el artículo 164 del organismo, que impide ejercer el cargo a quien mantenga vínculos económicos entre sus empresas y el club que preside. Lo particular del caso es que, teniendo en cuenta esto, no hayan impedido que se presente a las elecciones.

A pesar de esta irregularidad, el directorio de la AFNP ratificó el triunfo de la lista encabezada por Segovia sobre la de Harold Mayne-Nicholls, actual presidente. Por lo tanto la salida a este conflicto no se encontraría en el llamado a nuevas elecciones sino, por el contrario, en la búsqueda de una modificación en los estatutos para que Segovia pueda asumir.

“Gano una elección, una Comisión Jurídica me habilita y ellos sólo me inhabilitan a mí por un artículo por el que debieran ser inhabilitados el 85% de los dirigentes. Pregunto: ¿es o no una persecución personal?», declaró Segovia a El Mercurio de Chile.

El  fútbol chileno se encuentra gerenciado desde hace décadas por empresarios como el actual presidente Sebastián Piñera, quien lanzara su carrera política luego de presidir al club Colo Colo. Los negocios relacionados a este deporte llevan a que las disputas por el poder de la AFNP deriven en escándalos como éste. Si bien en Argentina los clubes resisten como asociaciones civiles, ya que los pocos que fueron gerenciados terminaron de la peor manera,  la perpetuación en el cargo de los máximos dirigentes del fútbol argentino es un escándalo de mayores proporciones que alimenta la corrupción y la violencia en la cual hoy se encuentra inmerso.