Opinión

Por Jorge Tribó

¿Estados Unidos Latinoamericanos?

Muchos medios hablan últimamente del sentimiento anti hispano en los Estados Unidos, pero pocos explican las razones de estos temores.

En primer lugar, conviene aclarar que los hispanos pasaron a ser la primera minoría étnica, superando incluso a los afro americanos

 

En efecto, la población de origen hispano superó los 50 millones de personas según los resultados del censo 2010, difundido por la oficina del Censo de Estados Unidos.

De acuerdo con un estudio que publicó el Pew Hispanic Center de Estados Unidos, los hispanos consolidan su posición de primera minoría al representar 16% de la población total

 

Actualmente, en Estados Unidos 1 de cada 6 habitantes es hispano, según las cifras del censo nacional, dadas a conocer.

 

El recuento final del censo determinó que en la nación hay:

 

El censo también confirma que más de la mitad del crecimiento de la población norteamericana en los últimos diez años ha sido gracias a la contribución de los hispanos.

 

Además de representar la sexta parte entre el total de población, entre los niños, los hispanos representan una cuarta parte.

 

Hoy Estados Unidos es el segundo país de habla hispana en el mundo y según palabras del filólogo Humberto López Morales, Estados Unidos será para 2050 el primer país hispanohablante del mundo, con más de 100 millones de personas que hablarán el español sobre una población total de alrededor de 400 millones de habitantes.

 

¿El fin de la hegemonía de los WASP?

 

Este acrónimo significa White Anglo Saxon Protestant, o anglosajones blancos protestantes, el prototipo de los dueños del poder político en los Estados Unidos en ambos partidos, pero representados especialmente por el Partido Republicano y es precisamente esa hegemonía la que ven peligrar con el alubión migratorio y la alta tasa de natalidad de los hispanos.

 

Creo que el temor es infundado, pero también es cierto que su poder deberá ser redefinido y compartido por este nuevo factor emergente, tal como ocurrió anteriormente con las minorías irlandesas, alemanas, italianas, etc. que fueron pujando hasta ubicarse en un lugar legítimo en el sistema de poder americano.

 

Imagínese amigo lector, si la comunidad judía norteamericana, con solo 6 millones de habitantes, tiene una poderosa influencia en las decisiones de poder dentro de la sociedad americana, que potencial influencia podría llegar a tener la comunidad de origen latinoamericano dentro de los Estados Unidos?

 

Lógicamente, para que este potencial se convierta en poder efectivo, es necesario que no solo haya un cambio cuantitativo (que ya existe) sino que también debe darse un cambio cualitativo y para que ello ocurra, los estados latinoamericanos no deben descuidar a sus ciudadanos radicados en este país y debería darse una política de apoyo activo que permita lograr un ascenso efectivo de los compatriotas en la escala social y en todos los niveles.

 

Bancos latinoamericanos deberían impulsar líneas de créditos que favorezcan el nacimiento y consolidación de empresas gestionadas por empresarios latinoamericanos (especialmente de alta tecnología), deberían existir fundaciones para que ciudadanos latinoamericanos puedan recibir becas que le permitan acceder a los mas altos niveles de excelencia educativa, partidos latinoamericanos deberían estrechar vínculos con estos compatriotas para que puedan, a la par que militar políticamente en Estados Unidos, ejercer capacidad de presión para que se de un trato mas justo hacia sus países de origen, empresarios latinoamericanos deberían invertir en medios de comunicación que defiendan una visión mas igualitaria entre los países de las Américas.

 

Sería deseable que los gobiernos latinoamericanos organicen contingentes juveniles de norteamericanos de origen hispano, para que conozcan sus patrias de origen y puedan confraternizar con los jóvenes de nuestros países y generar vínculos de reunificación familiar, así como lazos permanentes en el tiempo.

 

No me cabe duda, que en pocos años, la comunidad hispana tendría una élite autosuficiente, y debendría en una comunidad con capacidad de continuar desarrollándose con recursos propios y con fuertes lazos afectivos hacia sus países latinoamericanos de origen, no veo lejano el día en que un presidente hispano acceda a la Casa Blanca y este 25 % de jóvenes de origen latinoamericano menores de 18 años accedan al 25% de las bancas parlamentarias, igualmente espero que estos jóvenes estén representados en la economía estadounidense y con fuerte influencia en la iglesia católica de Estados Unidos, que tanto influye a su ves, en las decisiones del Vaticano.

 

Por último quiero expresar que no considero a estas reflexiones un mero diletantismo teórico, sino por el contrario, la propuesta de una nueva estrategia para preservar la paz y la igualdad entre todos los estados de nuestro continente y evitar que los hispanos del norte terminen siendo los palestinos de Norteamérica y muy por el contrario, tengan la misma influencia que actualmente tienen otras comunidades de inmigrantes, por suerte nos necesitan.