El Jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, dijo que no sabe si en el juicio por el encubrimiento del atentado a la AMIA que se inicia hoy se podrá encontrar a los responsables, pero si “puede dar una buena pista respecto de la conexión local, que es lo que falta como pata fundamental”.

Lo expresó al ingresar a la Casa de Gobierno y agregó que este juicio “es muy fuerte” porque va a demostrar “quienes son los responsables” de que la causa cayó y “si hubo sobornos”.

“Yo no sé si van encontrar a los responsables reales porque en estas cadenas se van cortando”, dijo pero “por ahí bien investigado puede dar una buena pista respecto de la conexión local que es la que falta como pata fundamental”.

“Hay investigaciones que se supone se venían haciendo en aquel momento (el primer juicio que debió ser anulado en 2004), hay cosas que se supone se conocían en aquel momento” y no determinaron la catástrofe en la que murieron 85 argentinos, el 18 de julio de 1994.

“Necesitamos que de una vez se ponga en análisis esta situación que viene dilatándose por un montón de razones”, dijo y recordó que la última que es “absolutamente respetable” fue por la investigación judicial de la tragedia de Once.

El juicio por encubrimiento “es muy fuerte y va a demostrar quienes son los responsables y porque la causa en algún momento cae nula y cuáles fueron las actividades que hubo, si hubo soborno o cosa por el estilo para que determinados responsables dijeran tal cosa u otra, antojadiza o pensada solo para incriminar a determinadas personas o no dijeron lo que realmente sabían”.

Consultado sobre la actuación del fiscal Alberto Nisman, el Jefe de Gabinete recordó que en dos documentos que se encontraron su caja fuerte –de diciembre de 2014 y enero de 2015- “dice con todas las letras que el gobierno nacional intentó a través del Memorándum de Entendimiento que se pudiera tomar declaración indagatoria a los iraníes detenidos”.

Explicó que la vocación de tomar declaraciones indagatorias era para aplicar la legislación argentina. La Constitución, en su artículo 18, “dice que nadie puede declarar en su contra. Si los cinco se hubiese sentado en el banquillo, aunque sea por segundos, y se negaban a declarar –que era una posibilidad que existiera- se abría la puerta al juicio oral y público, con lo cual en algún momento de ese juicio oral y público íbamos a tener a los responsables y los acusados y condenados en ese caso que era el objetivo que se perseguía y que el propio fiscal Nisman reconocía”, subrayó Aníbal Fernández.