La fiscal María Antonia de la Rúa concluyó que la policía Damaris Roldán, mencionada en el medio del escándalo de la lucha contra el narcotráfico, se suicidó, y dispuso que el caso se archive.

La resolución de la Fiscalía sería contraria a las dudas que mantenía la familia y el fiscal federal Enrique Senestrari, que puso dudas sobre el presunto suicidio y lo relacionó al narcoescándalo.

Damaris, de 24 años, cumplía funciones en el Centro de Operaciones de la Policía, un punto neurálgico de la fuerza de seguridad, donde se suponía que podría haber observado algo extraño que se relacionaría al caso que desmanteló la Dirección de la Lucha contra el Narcotráfico de la Policía.

Las pesquisas de la Fiscalía determinaron que la mujer, madre de una niña y que vivía con su familia en barrio Santa Isabel, habría tomado la autodeterminación luego de que en la última hora de su vida habría intercambiado al menos treinta mensajes de textos con un hombre, con el que suponen que mantenía una relación afectiva.

En un primer momento, se relacionó sentimentalmente a Roldán con el oficial Juan Alós, muerto en extrañas circunstancias y vinculado al narcoescándalo.

Fuentes judiciales indicaron a La Mañana de Córdoba que el análisis del teléfono celular, la autopsia psicológica y una carta póstuma de Damaris, habrían sido las pruebas contundentes que llevarían a la fiscal al archivo del caso.