Luego de que el miércoles el Tribunal Oral Federal 6 concediera el beneficio de la prisión domiciliaria al ex director de investigaciones de la policía de la provincia de Buenos Aires Miguel Etchecolatz se pudo sentir una ola de desagrado y disconformidad en gran parte de la población. El juez José Martinez Sobrino, uno de los jueces que tomó esta decisión, se excusó «Ha tenido varios episodios de bastante gravedad relacionados con su salud, ha tenido incluso un ACV del que se pensó que no se iba a recuperar. Etchecolatz está con varios imputados más, el defensor oficial solicitó hace un tiempo la prisión domiciliaria», sostuvo el funcionario judicial. Y agregó que el beneficio «lo pidió el defensor en base a su edad (tiene 88 años) y su delicado estado de salud».
La disconformidad de diversos organismos politicos y de derechos humanos no se hizo esperar en una conferencia de prensa en Mar del Plata compartida con representantes de Abuelas y Madres de Plaza de Mayo y remarcaron que el ex comisario fue condenado seis veces por haber cometido delitos de lesa humanidad. Uno de los oradores fue el hijo Jorge Julio López, Rubén López, quien 3 hs luego de presentar su testimonio contra Etchecolatz no fue visto nunca más en los 11 años que lleva desaparecido. “Mi viejo está desaparecido y este genocida vuelve a su casa”, dijo Rubén en su discurso. López denunció, además, que Etchecolatz residirá en Mar del Plata a pocos metros de la casa del familiar de una de sus víctimas.
Entre los cuestionamientos que exigen dar marcha atrás con la medida judicial, la diputada nacional marplatense Fernanda Raverta (Unidad Ciudadana) recordó que Etchecolatz fue declarado «persona no grata» en 2001 en el partido de General Pueyrredón, al igual que otros represores emblemáticos de la dictadura, como Alfredo Astiz. Los reclamos no sólo fueron destinados a la Justicia, sino también al propio intendente de Mar del Plata, Carlos Arroyo, a quien le pidieron que se exprese públicamente contra el traslado del represor.
Agrupaciones sociales y de derechos humanos encabezaron una marcha por el centro de Mar del Plata, en repudio a la llegada de Etchecolatz, de 88 años, quien se encuentra instalado desde la mañana en un casa ubicada en el bosque Peralta Ramos.
También agrupaciones sociales y de derechos humanos encabezaron una marcha por el centro de Mar del Plata, en repudio a que desde ayer por la mañana el represor pueda descamsar en su casa del bosque Peralta Ramos. La movilización partió pasadas las 19 desde la esquina de Luro e Yrigoyen. Los manifestantes llevaron pancartas que rezaban «Etchecolatz esta en su casa ¿Dónde está Julio López?», «No a la domiciliaria para Etchecolatz», «Cárcel Común para este represor», «Perpetua y cárcel para Etchecolatz».