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Formosa

La Iglesia se opone a la radicación de la planta de uranio

Representantes religiosos sostuvieron que “no convalidan el Estudio de Impacto Ambiental ni las decisiones tomadas”. Aseguraron que la información no es “clara, transparente ni oportuna” por lo que genera “temor, confrontación y división”. Para los legisladores impulsores del proyecto, “mezclar Dioxitek con la fe es un golpe bajo”.

La oficina de prensa del Obispado de Formosa emitió un comunicado donde aclara que se opone a la radicación de Dioxitek, una planta de procesamiento de uranio que llegará a la ciudad capital próximamente.

Las declaraciones, que fueron publicadas por el diario El Comercial, se conocieron luego de que este martes se realizara una Audiencia Pública donde se debatió y difundió el proyecto y, especialmente, estudios acerca de su impacto ambiental, instancia de la cual incluso participaron religiosos formoseños.

Con el título “La vida en abundancia”, el documento del Obispado expresa que si bien se valora “la Democracia y también esta instancia particular de Asamblea Pública” no obstante manifiesta que su presencia “no convalida, ni el Estudio de Impacto Ambiental ni las decisiones ya tomadas previas a esta Audiencia Pública, con una información no suficientemente clara, transparente ni oportuna”.

En lo que representa un duro mensaje a las autoridades provinciales y nacionales que impulsan este proyecto, sostienen que “no es lícito hipotecar la vida y la salud de generaciones futuras de formoseños, como tampoco su medio ambiente en aras de lo que consideramos un supuesto progreso”.

En este sentido, agregan que “nos duele que este proyecto Dioxitek esté generando temor, confusión, confrontación y división en el seno de la comunidad, provincias cercanas y países limítrofes” y refiere que “percibimos en muchos formoseños una duda generalizada en que este proyecto esté al servicio real del hombre integral, del bien común y de los pobres”. 

La nota continúa diciendo que: “constatamos cierta contradicción en que habiendo obras significativas e inconclusas, entre otras, el Edificio de la Legislatura y el Ramal del Ferrocarril, se embarque la provincia en este mega-emprendimiento” y reafirma que la Iglesia alienta “un sano y esperanzador progreso con calidad de vida equitativa e incluyente”.

Por todos estos argumentos, concluye ratificando que el Obispado opta “por una Formosa Libre de Energía Nuclear, tal como lo prescriben nuestra Constitución Provincial y la Ley Política Ecológica y Ambiental 1.060 (art. 13)”.

De esta forma, la Iglesia se suma a otras posturas que relchazan la instalación de Dioxitek como el PO y entidades ambientalistas que argumentan que la planta ya fue expulsada de otras provincias por sus supuestos residuos contaminantes. 

 

“Golpe bajo”

El diputado nacional del Frente para la Victoria por Formosa, Carlos Donkin, fustigó el documento del Obispado y dijo que “mezclar algo científico con una cuestión de fe, me parece un golpe muy bajo, es una posición conservadora que no nos sirve ahora”.

El legislador, que también participó de la audiencia pública donde se discutió la instalación de un polo científico y la radicación de la planta procesadora de uranio, Dioxitek; dialogó con El Comercial y dio sus argumentos por los cuales ambos proyectos se deberían concretar.

Además de recalcar que se trata de una fábrica química y no nuclear, señaló que “supone puestos trabajo, inclusión para la provincia, porque durante mucho tiempo Formosa estuvo excluida del desarrollo industrial y creemos que esto debe ser federal”.

Asimismo, Donkin aclaró que “Dioxitek no es como la quieren pintar, no se trata de una empresa que vendrá acá a contaminar, eso quedó demostrado ayer”.

Por tanto, hizo referencia directa al documento que ya circula en todas las parroquias de la ciudad, y cuestionó que “no se puede mezclar una cuestión científica, probada, con estudios realizados; con una cuestión de fe; vamos a volver a épocas muy lejanas”.