Guillermo Vilas recibió un merecido homenaje en la ciudad de Mar del Plata, donde emergió y se formó como tenista. La estatua llamada «Vilas, el revés argentino» se inauguró en la sede del Club Naútico de Mar del Plata, lugar donde comenzó a entrenar con Felipe Locícero.

La escultura está hecha de hierro a escala real, mide 1,80 metro de alto y pesa más de 100 kilos. «Me encantó la figura, está muy bien hecha. La verdad tenía un miedo bárbaro. Muchas gracias que se hayan acordado de mí. Mi padre una vez llegó a comprar 500 sillas para el club», dijo emocionado Vilas.

El acto se llevó a cabo con gran presencia de público y las autoridades municipales. El presidente de la Asociación Argentina de Tenis (AAT), Arturo Grimaldi, anunció que Vilas será homenajeado en la Copa Peugeot, que se realizará el mes próximo en Buenos Aires, con su ingreso en el Salón de la Fama de la AAT, creado en 2011, en la máxima categoría de platino-diamante.

La iniciativa del homenaje fue del periodista Eduardo Puppo, coautor de la reciente tetralogía de libros «Historia del tenis en la Argentina» y creador del Salón de la Fama del tenis argentino.