Un nuevo hecho de violencia se vivió en una institución educativa de la ciudad de Formosa cuando dos estudiantes de la EPET Nº 60 se tomaron a golpes y, tras caer a una zanja y recibir varios golpes en el rostro, una de ellas perdió el conocimiento.

El lamentable hecho se produjo en una escuela que se encuentra ubicada en la zona norte de la ciudad capital, en el barrio Eva Perón, a donde se presentó personal policial alertado por los vecinos para dar fin a la riña y asistir a la joven que terminó desmayada.

Según informó el diario El Cronista, todavía se desconocen los motivos por los que se produjo la discusión. También trascendió que la pelea fue filmada por varios alumnos que rápidamente subieron las capturas a las redes sociales aunque el video ya fue retirado por tratarse de menores.

La ciudad formoseña no es la primera vez que tiene que lamentar este tipo de hechos de violencia entre alumnos e, incluso, entre jóvenes mujeres.

La semana pasada otro vídeo estuvo circulando por la web en la que podía verse a un grupo de adolescentes a la salida de un colegio que mantenían conversaciones con un alto nivel de agresividad y que desencadenaron una pelea.

“Agarrá un escombro y partíselo en la cabeza”, se escucha a un joven decirle a una de las protagonistas de la riña. Otro, sugiere que le roben sus pertenencias, “¡zarpale el gorrito!”, y están los que se “aseguran” que nadie se meta: “¡agarrala boluda, que nadie se va a meter!”.

En diálogo con El Comercial, la licenciada Carolina Nogueira, Consultora Psicológica, advirtió que “hay una violencia generalizada en toda la sociedad” y también destacó que “se ha corrido un límite, han cambiado los paradigmas, la escuela ya no es el lugar de instrucción solamente, se le exige otros niveles, por ejemplo, el de comedor, el de socializar solamente y no aprender; entonces los chicos y los docentes también se encuentran ante un nuevo panorama”.

Los chicos, según la profesional, vienen con el paradigma cambiado, sin límites desde la escuela, y el docente se encuentra con un escenario desfavorable, porque sabe que “meterse” con un alumno puede significar problemas con los padres.

Si bien no es una ecuación taxativamente comprobada, lo cierto es que cada vez es más sensible ver cómo los alumnos “problema” provienen de un hogar conflictivo.